MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
La mujer, sentenciada en rebeldía, ha sido declarada culpable de tráfico de influencias y de abusar de su puesto para obtener un préstamo para financiar un proyecto comercial sin presentar garantías, tal y como ha recogido la emisora tunecina Mosaique FM.
Leila ben Alí ya había sido condenada previamente junto a su esposo, fallecido en 2019, a 35 años de cárcel y el pago de 91 millones de dinares tunecinos (unos 45,5 millones de euros) por malversación de fondos públicos; a 15 años por posesión de armas, estupefacientes y objetos históricos; y a seis años por corrupción y fraudes inmobiliarios.
Ben Alí se exilió en Arabia Saudí tras ser derrocado durante la 'Revolución de los Jazmines' de 2011. El exmandatario llegó a la Presidencia en noviembre de 1987 tras un golpe de Estado institucional contra el entonces mandatario Habib Burguiba.
Posteriormente, instauró un sistema represivo en el país que le permitió mantenerse en el cargo hasta 2011, imponiéndose en sucesivas elecciones con porcentajes de aprobación superiores al 90 por ciento, en medio de las denuncias de fraude.