BOGOTÁ (AP) — Al menos seis militares colombianos murieron la madrugada del martes durante un ataque perpetrado por las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en el suroeste del país, confirmó el presidente Gustavo Petro.
Los militares fueron atacados con disparos de fusil y granadas en la zona rural de Buenos Aires, ubicada en el convulso departamento del Cauca. Al menos otros seis soldados resultaron heridos.
Tras una reunión extraordinaria para tratar la situación de seguridad, el presidente aseguró en una declaración oficial que se trató de una infiltración en la que premeditadamente se planificó el ataque por parte de la columna “Jaime Martínez” de las disidencias de las FARC, que no se acogió al acuerdo de paz firmado con el Estado en 2016 y continúa en armas.
Petro añadió que el ejército no va a abandonar la zona del Cauca tras el ataque, al tratarse de un territorio estratégico que usualmente ha sido usado para las rutas del narcotráfico en medio de la selva hasta llegar al océano Pacífico.
El gobierno de Petro, el primero de izquierda en la historia del país, impulsa un proyecto llamado la “paz total” para abrir negociaciones de paz y de sometimiento a la justicia con múltiples grupos al margen de la ley. Sin embargo, tras el ataque Petro aclaró que las posibilidades de diálogo con las disidencias no están circunscritas al cese de operaciones militares.
“La acción militar no cesa mientras no haya una voluntad real de negociación”, advirtió el mandatario.
Actualmente avanza la mesa de diálogo de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla activa en Colombia, y los acercamientos con dos bandas delictivas urbanas que se enfrentan entre sí en Buenaventura, al oeste del país.
