MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
"Es la hora de un nuevo liderazgo en la Cámara de Representantes de Estados Unidos", ha anunciado Biggs, quien ha acusado a McCarthy de haber sido "creado, encumbrado y mantenido" por el sistema.
"La gente está encantada de que el reinado de la extrema izquierda de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, esté llegando a su fin. (...) ¿Elegiremos a un republicano del sistema como líder?", pregunta Biggs, quien asegura que los demócratas son partidarios de la opción que representa McCarthy.
Biggs ha acusado a McCarthy de dejarse influir por la Casa Blanca en asuntos tales como la aprobación de los presupuestos, los ataques al expresidente Donald Trump, e incluso en su supuesto apoyo a la repudiada Liz Cheney. "Solo cuando ella le avergonzó públicamente fue cuando él apoyó su expulsión", ha dicho.
Está previsto que el 3 de enero tenga lugar la votación dentro de la Cámara de Representantes para elegir a su nuevo presidente para una legislatura en la que los republicanos obtuvieron una exigua mayoría que podría desencadenar una pelea interna dentro del partido si no logra un candidato que obtenga al menos 218 votos.
Actualmente, McCarthy solo puede permitirse el lujo de perder cuatro votos republicanos en la votación de enero. El mes pasado, cuando derrotó a Biggs en las primarias republicanas, ganó 188 votos, pero perdió 31. Ahora, con la candidatura de Biggs, sus detractores pueden votar por esta alternativa a dirigir una Cámara de Representantes, en las que los republicanos tienen 222 escaños.
En caso de que McCarthy no puede lograr los 218 apoyos necesarios en la primera votación, se celebraran cuantas sean necesarias hasta que alguien lo logre, un caso que se ha dado desde hace un siglo aproximadamente, cuenta la CNN.
El segundo republicano en el actual escalafón de la Cámara de Representantes, Steve Scalise, ha adelantado que no especula sobre la posibilidad de presentar su candidatura si McCarthy no logra los apoyos necesarios y confían en que antes del 3 de enero el partido logre solucionar todos sus cuitas internas.
Para el representante de Texas Tony Gonzales, partidario de McCarthy, todo esto no es más que "teatro", mientras que Chip Roy, uno de estos republicanos de ala dura, considera que esta facción del partido tiene todo el derecho a presionar a McCarthy para lograr sus objetivos.
"No es nada nuevo en nuestra historia. Esto es normal, estamos teniendo un debate, como, por cierto, lo tuvieron los demócratas la última vez", ha contado Roy, recordando el escepticismo inicial de algunos dentro del Partido Demócrata por la que luego fue su presidenta en la Cámara, Nancy Pelosi.