MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
La compañía eléctrica estatal de Etiopía, Ethiopian Electric Power (EEP), ha confirmado que la capital de la región de Tigray, Mekelle, ha sido reconectada a la red nacional tras más de un año de bloqueo en medio del conflicto que estalló en noviembre de 2020 entre el Ejército y el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF).
"Mekelle, que ha estado desconectada de la red nacional desde hace más de un año a causa de la guerra en el norte de Etiopía, ha sido conectada a la red", ha señalado la empresa a través de un mensaje en su cuenta en la red social Facebook.
Así, ha detallado que "la línea ha sido conectada al Centro Nacional de Control de Energía tras completarse los trabajos de mantenimiento de la línea de transmisión de alto voltaje entre Alamata y Mahoni", ha indicado, antes de indicar que "el inicio de las reparaciones en la línea acelerará los trabajos para restaurar la electricidad en la región de Tigray".
En este sentido, la EEP ha subrayado que "los graves daños en ocho zonas de la línea que da electricidad a Shire entre Keze y Axum" han impedido restaurar el servicio en la zona. "Las reparaciones continúan en la central energética de Keze", ha zanjado.
Un residente de Mekelle ha confirmado en declaraciones a la cadena de televisión británica BBC que "hay electricidad en todos los puntos de la ciudad" desde la jornada del martes, en medio de la aplicación de las cláusulas del acuerdo de alto el fuego firmado en noviembre entre el Gobierno y el TPLF.
En el marco del mismo, el Ejecutivo etíope se ha comprometido a permitir el acceso de ayuda humanitaria y restaurar los servicios en Tigray, que ha permanecido bloqueada durante los cerca de dos años de conflicto. En estos momentos, las partes están abordando el proceso de desarme del TPLF.
El conflicto en Tigray estalló en noviembre de 2020 tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército, situada en Mekelle, tras lo que el Gobierno del primer ministro, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva contra el grupo tras meses de tensiones a nivel político y administrativo, incluida la negativa del TPLF a la hora de reconocer un aplazamiento electoral y su decisión de celebrar comicios regionales al margen de Adís Abeba.
El TPLF acusa a Abiy de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo en acceder al cargo. Hasta entonces, el TPLF había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias. El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia.
REDESPLIEGUE DE TROPAS EN OROMÍA
Por otra parte, las autoridades etíopes han vuelto a desplegar tropas federales para hacer frente a la violencia en el estado de Oromía, golpeado por una serie de ataques achacados al rebelde Ejército de Liberación Oromo (OLA), escindido del Frente de Liberación Oromo (OLF) tras el acuerdo de paz de 2018.
"Ha habido una mejora desde que las fuerzas federales entraron en la localidad de Anger Gute", han indicado fuentes locales citadas por la BBC, que agregan que es necesario que se entregue ayuda humanitaria ante los bloqueos de carreteras por parte de grupos armados.
Residentes de la zona han denunciado diversas atrocidades cometidas por los asaltantes y han acusado al Gobierno etíope de no darles protección. Durante la jornada del martes fue publicado un vídeo que mostraba a dos supuestos rebeldes decapitados, si bien por el momento no ha sido verificado.
A principios de diciembre, residentes de la región etíope denunciaron que cientos de personas han muerto y miles se han visto obligadas a abandonar sus hogares por varios ataques en el territorio de Welega, convertido ahora mismo en una de las zonas más conflictivas del país.
La Comisión de Derechos Humanos de Etiopía (EHRC) ha asegurado que está investigando las denuncias sobre atrocidades, mientras que el Gobierno no se ha pronunciado sobre los incidentes, que han sido condenados por grupos opositores oromos.
Las autoridades regionales descartaron a finales de noviembre la posibilidad de mantener negociaciones de paz con el OLA y reclamó a sus miembros que "vuelvan a la paz". En respuesta, el portavoz del OLA, Odaa Tarbi, acusó a las autoridades de rechazar la posibilidad de iniciar un diálogo.
El OLA, aliado del TPLF en el marco de la guerra en Tigray, ha reclamado la autoría de varios ataques --especialmente en Oromía-- durante los últimos meses. El OLF luchó durante décadas por la secesión de la región de Oromía, pero en 2018 anunció que renunciaba a la lucha armada, aceptando la oferta de amnistía del primer ministro.