MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
La reforma penal del PSOE y de Unidas Podemos se centraba inicialmente en la supresión del delito de sedición, con añadidos como el agravamiento de penas en caso de ocultación del cadáver, pero las enmiendas registradas el pasado viernes ampliaron el objeto de la proposición de ley.
Por un lado, el PSOE y Unidas Podemos han aprovechado para reformar el sistema de elección de magistrados del Tribunal Constitucional para sortear el boicot de los vocales conservadores del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y allanar el camino de los candidatos designados por el Gobierno, el exministro Juan Carlos Campo y la exasesora de Moncloa Laura Díez.
Además, los dos socios del Gobierno propusieron añadir un nuevo delito de enriquecimiento ilícito de cargos públicos y modificaron su propia redacción del nuevo supuesto de delito de desórdenes públicos agravados.
Y a ello se sumó Esquerra Republicana, que propuso de su lado modificar el delito de malversación de caudales públicos para rebajar la pena en casos donde no haya lucro personal. Sobre ese texto, los partidos del Gobierno han pactado con los independentistas una propuesta transaccional.
Todas estas enmiendas se han aprobado este lunes en la ponencia, con lo que ya forman parte de la proposición de ley que, según los planes de los partidos del Gobierno, se debatirá este martes en la Comisión de Justicia y el jueves en el Pleno del Congreso antes de su remisión al Senado.