MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Estados Unidos ha aplaudido los "pasos" dados por el Gobierno de Etiopía para "mejorar el acceso humanitario" en la región de Tigray tras la firma en noviembre de un acuerdo de cese de hostilidades con el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) después de cerca de dos años de conflicto.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se reunió el martes con el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, en el marco de la cumbre Estados Unidos-África y aprovechó para destacar que "el acuerdo es clave para lograr una paz duradera en el norte de Etiopía", al tiempo que destacó los avances en la "restauración de los servicios esenciales" en Tigray.
Asimismo, pidió "una aplicación acelerada del acuerdo" y "acceso por parte de analistas internacionales de Derechos Humanos a las zonas en conflicto", según el Departamento de Estado estadounidense, que ha agregado que Blinken y Abiy abordaron también "la urgente necesidad de que todas las fuerzas eritreas abandonen Etiopía, lo que tendrá lugar en paralelo con el proceso de desarme de los combatientes tigrayanos".
"Estados Unidos sigue comprometido a la hora de apoyar el proceso de paz encabezado por la Unión Africana (UA), incluido el mecanismo de supervisión y verificación de la UA", ha resaltado tras el encuentro, que el primer ministro etíope ha descrito como "productivo" a través de un mensaje en su cuenta en la red social Twitter.
Abiy ha desvelado que ha trasladado a Blinken el "agradecimiento" de Etiopía a Estados Unidos "por su contribución a los esfuerzos para lograr la paz". "Desde hace décadas, Etiopía ha sido un aliado clave de Estados Unidos en África y hemos discutido vías para fortalecer esta asociación", ha remachado el primer ministro etíope.
Las autoridades de Tigray aplaudieron el martes la entrega de suministros médicos en la zona tras el acuerdo de cese de hostilidades, si bien recalcaron que "las necesidades son enormes" después de cerca de dos años de bloqeo a causa de las hostilidades. La semana pasada, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) confirmó "un gran cambio en el acceso humanitario" en el norte de Etiopía.
El conflicto en Tigray estalló en noviembre de 2020 tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército, situada en Mekelle, tras lo que el Gobierno del primer ministro, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva contra el grupo tras meses de tensiones a nivel político y administrativo, incluida la negativa del TPLF a la hora de reconocer un aplazamiento electoral y su decisión de celebrar comicios regionales al margen de Adís Abeba.
El TPLF acusa a Abiy de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo en acceder al cargo. Hasta entonces, el TPLF había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias. El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia.