MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
El conjunto madridista vuelve a tener una 'final' ante sí. Después de no poder batir al poderoso Chelsea inglés en el Alfredo Di Stéfano, con el que al menos sumó un empate, está con cinco puntos a dos del equipo francés a falta de dos jornadas para la conclusión del 'grupo de la muerte'.
Las cuentas son bastante claras para el equipo que entrena Alberto Toril. Así, la victoria en la capital francesa le permitiría sobrepasar a su rival en la clasificación y depender de sí mismo para repetir presencia en los cuartos de final, lo que pasaría por no fallar en casa en la última jornada ante el modesto Vllaznia. Si pierde en el feudo parisino se despediría de su participación en Europa en esta temporada.
En cambio, el empate no descartaría al Real Madrid, pero le quitaría ya la 'bala' de depender de sí mismo y no sólo quedaría en manos de que el Chelsea ya clasificado, y probablemente como primero, derrotase en Londres al PSG sino también de ganar al conjunto albanés. La goleada de escándalo sobre el Vllaznia sería además obligada en caso de empate entre Chelsea y PSG.
Las francesas encima llegan en un gran momento. Tras perder ante el Chelsea en su estreno continental (0-1), los números son muy brillantes para el conjunto francés que no ha perdido en sus últimos nueve encuentros, cediendo sólo dos empates, en su liga ante el Montpellier (2-2) y en la Champions en el Alfredo di Stéfano (0-0).
El pasado domingo, el PSG se impuso a domicilio (0-1) al Olympique de Lyon con un tanto en los compases finales de Diani en lo que fue su sexto partido sin encajar, una muestra de la que está siendo su gran fortaleza esta campaña y que examinará el ataque de un Real Madrid obligado a no especular demasiado y que ya demostró en su casa y la pasada semana que tiene argumentos para ser competitivo.
Con todo, las madridistas, animadas tras ganar con mucho trabajo el derbi al Atlético y afianzarse en la segunda plaza de la Finetwork Liga F, tendrán que lidiar con la presión, el escenario y la mayor experiencia de su rival. Toril deberá decidir si salen a por el partido o si prefiere dejar los riesgos para más adelante y ofrecer primero la solidez defensiva que está también demostrando en Europa.