MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha presentado este viernes la que se considera como la revisión de seguridad estratégica más ambiciosa desde la II Guerra Mundial, una que podría anticipar un giro radical a una histórica política limitada a la "autodefensa" nacional, y por la que las fuerzas niponas acabarían capacitadas para lanzar contraataques fuera de sus fronteras.
Esta nueva iniciativa, que podría requerir un incremento de hasta el cien por cien del presupuesto anual de Defensa japonés, llega en un momento que Japón se declara amenazado por la creciente influencia militar de China --quien ha ya repudiado este documento-- en las aguas regionales y las constantes pruebas balísticas de Corea del Norte.
El plan presentado por Kishida se cimenta sobre tres pilares: la Estrategia de Seguridad Nacional (NSS), la Estrategia de Defensa Nacional y el Plan de Desarrollo de la Fuerza de Defensa. La NSS es la que contempla precisamente la posibilidad de "efectuar contraataques eficaces en el territorio de un oponente", en una decisión que describe como "una medida mínima de autodefensa".
Hay que recordar que la Constitución japonesa limita enormemente las capacidades operativas de las llamadas Fuerzas de Autodefensa de Japón, que están legalmente incapacitadas, a grandes rasgos, para resolver conflictos internacionales a través de la violencia, si bien varios gobiernos japoneses han intentado, en mayor o menor medida, forzar estos límites cada vez que el país se ha encontrado amenazado por sus vecinos.
Este nuevo plan concede también una importancia extraordinaria a la estrategia marítima, comenzando por un incremento del despliegue en las disputadas islas Senkaku, bajo control de Japón pero reclamadas por China bajo el nombre de Diaoyu y por Taiwán (Tiaoyutai); y el archipiélago de Takeshima, igualmente reclamado por otro país, en este caso Corea del Sur, bajo el nombre de islas Dokdo.
Queda por ver el impacto que tendrá sobre la población el posible aumento de impuestos que prepara la coalición del Gobierno japonés en un momento en que la aprobación del primer ministro ronda los mínimos históricos.
Según un borrador al que ha tenido acceso la cadena pública japonesa NHK, el proyecto prevé la recaudación de un impuesto adicional de entre el 4 y el 4,5 por ciento sobre los impuestos de sociedades en todos los sectores y extender la prevista subida del uno por ciento sobre todas las declaraciones individuales de la renta más allá de la fecha límite inicial de 2037.
CHINA Y COREA REPUDIAN EL NUEVO DOCUMENTO
Como cabía esperar, el Gobierno chino ha protestado enérgicamente contra un plan de seguridad que considera redactado a partir de una distorsión de la realidad.
La nueva estrategia de seguridad de Japón, ha declarado el portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Wang Wenbin, no hace más que "exagerar la presunta 'amenaza de China'"; un documento que "ignora los hechos, se desvía de su compromiso con las relaciones sino-japonesas y los entendimientos comunes" y representa, en términos generales, "un ejercicio de descrédito sin fundamento".
De momento y sin embargo la presentación de este plan no ha afectado a las conversaciones para la visita a China, posiblemente a finales de este mes, del ministro de Exteriores japonés, Yoshimasa Hayashi, según informa el diario oficial chino para la comunidad internacional, el 'Global Times'.
También el Ministerio de Exteriores de Corea del Sur ha presentado este viernes una "enérgica" protesta contra Japón porque el documento declara bajo soberanía japonesa las disputadas islas de Dokdo, que Seúl describe como un territorio "inherentemente" suyo bajo los auspicios "de la historia, de la geografía y del derecho Internacional", en palabras del portavoz de Exteriores, Lim Soo Suk, recogidas por la agencia oficial de noticias surcoreana, Yonhap.
"El Gobierno japonés debe darse cuenta de una vez que repetir falsedades sobre las Dokdo no ayudan en nada a nuestras relaciones futuras y responderemos con dureza a cualquier provocación sobre el archipiélago", ha avisado.
RESPALDO DE LA CASA BLANCA
Quien sí ha declarado su respaldo sin fisuras al nuevo plan estratégico ha sido el Gobierno estadounidense, que lo ha aplaudido como un "paso audaz e histórico" para defender una "región del Indo-Pacífico libre y abierta", en palabras del asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.
"La estrategia establece una visión del primer ministro Kishida y del pueblo japonés en torno a una comunidad amplia y fuerte de socios y aliados en apoyo de la paz y la estabilidad en la región", según ha hecho saber en un comunicado donde defiende igualmente el incremento de gasto en Defensa planeado por el Gobierno japonés porque "fortalecerá y modernizará" la alianza entre ambos países.
"La nueva estrategia refuerza el profundo compromiso del primer ministro Kishida con la paz internacional y la no proliferación nuclear", según Sullivan, que describe también el nuevo plan como un destacado prolegómeno del rol aumentado que asumirá Japón el año que viene, en el que ocupará un asiento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y ejercerá de anfitrión del G-7.
"Felicitamos al primer Ministro Kishida y al pueblo de Japón por su histórica nueva estrategia de Seguridad Nacional, que nos ayudará a nosotros y a nuestros socios a lograr una paz, estabilidad y prosperidad duraderas", concluye Sullivan.