MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Hasta las 15.00 habían depositado su voto 656.915 votantes registrados, un 7,19 por ciento de la población habilitada para participar, frente a los 1.515.000 a la misma hora en los comicios de hace dos años.
Se trataría, según la empresa de datos Insights TN, de un descenso del 57 por ciento respecto a 2019. La compañía estima que "será bastante difícil alcanzar el millón de votos cuando cierren las urnas a las 18.00", hora local.
No obstante, el responsable Autoridad Superior Independiente para las Elecciones, Faruk Buaskar, ha incidido en que el índice de participación se revisa al alza en las próximas horas, según declaraciones recogidas por el portal de noticias Babnet.
Estas legislativas anticipadas son las primeras desde que el país adoptara una nueva Constitución, impulsada por el presidente, Kais Saied, tras arrogarse en 2021 todas las competencias y en medio de las denuncias opositoras por su deriva autoritaria, hasta culminar en el boicot opositor a los comicios.
Saied anunció en julio de 2021 la disolución del Gobierno y la suspensión del Parlamento, posteriormente disuelto, en el marco de lo que describió como una respuesta a las protestas por la crisis política y económica, desatando las críticas del partido islamista Ennahda --mayoritario en el organismo legislativo-- y otras formaciones y provocando la alarma entre diversas organizaciones civiles.
Opositores como la exdiputada del partido islamista Enhadda Saida Ounissi han asegurado a la cadena panárabe que la baja participación en las elecciones parlamentarias es una "confirmación importante" del desinterés de la mayoría de los tunecinos hacia la hoja de ruta política lanzada por Saied.
"Los números no pueden mentir y hoy fue uno de los mayores juicios para ver si la población respalda todo el proceso después del golpe de 2021", ha añadido antes de denunciar la desconexión entre las preocupaciones del presidente de la República y las expectativas de la mayoría de la población.
"La gente está preocupada por los problemas económicos y las reformas sociales. No es un problema de instituciones o un problema de política, se trata de tomar decisiones económicas y ésta es la conversación que debemos tener en Túnez y no estamos teniendo en este contexto autoritario", ha lamentado.