BERLÍN (AP) — Las iglesias se han unido a los esfuerzos de Alemania para ahorrar en costos de calefacción este invierno, obligando a sus congregaciones a usar cada vez más capas de ropa. Pero al mismo tiempo, están brindando espacios cálidos para las personas sin hogar y para aquellos en apuros económicos.
Los legisladores alemanes aprobaron la semana pasada un plan para otorgar hasta 200.000 millones de euros (212.000 millones de dólares) en subsidios a hogares y empresas para aliviar la presión de los altos precios del gas, la electricidad y la calefacción. Pero los precios siguen siendo más altos de lo que solían ser, lo que está causando preocupación generalizada. Alemania también está tratando de reducir el uso de energía para evitar una posible crisis energética después de que Rusia detuviera el suministro de gas.
Muchas iglesias alemanas han decidido apagar completamente la calefacción o limitar las temperaturas.
En la Iglesia Martha en el distrito Kreuzberg de Berlín, a los fieles se les ofrecen mantas adicionales y cojines calientes durante los servicios religiosos, mientras la capital registraba temperaturas bajo cero.
La pastora Monika Matthias dice que la temperatura de la iglesia se encuentra actualmente entre 12 y 14 grados Celsius; a los fieles se les ofrece té y café para mantener el calor.
Durante un servicio reciente, la mayoría de los miembros de la congregación se dejaron puestos sus gruesos abrigos de invierno, y muchos también usaron sombreros, bufandas e incluso guantes. Algunos tenían mantas sobre el regazo.
“Realmente tienes que vestirte abrigado, y a todos nos tomó un tiempo aprender eso”, dijo Marina Alvis, una integrante de la congregación de 64 años.
Tanto las iglesias protestantes como las católicas tienen refugios para personas sin hogar y para personas que están en dificultades, y este año hay un enfoque en proporcionar espacios cálidos para las personas que no tienen acceso a una calefacción adecuada.
En la organización benéfica Diakonie Deutschland, vinculada a la iglesia protestante, los trabajadores sirven bebidas calientes y sopa a los visitantes.
El jefe de su sucursal en el centro de Berlín, Ralf Nordhauss, dijo que la situación es “crítica” para las personas que luchan por pagar las facturas en medio de una inflación vertiginosa. Dijo que muchos prefieren bajar o apagar la calefacción en lugar de endeudarse, y se espera que muchas más personas acudan a los refugios.
“Aquí, no son solo las personas sin hogar, sino las personas que simplemente buscan compañía o consejos, o un café y una habitación cálida”, dijo Nordhauss.