WASHINGTON (AP) — Debía ser una época triunfal para los republicanos, quienes retomarán el control de la Cámara de Representantes la semana entrante, pero sus dirigentes están teniendo que lidiar con una embarazosa distracción sobre uno de los suyos: ¿Qué hacer sobre George Santos?
Pocas semanas después de ganar un distrito que ayudó a los republicanos a obtener una ínfima mayoría en la cámara baja, el congresista electo está siendo investigado luego de haber admitido que mintió sobre su herencia, su educación y su carrera profesional durante la campaña.
El líder de los republicanos en la cámara, Kevin McCarthy, y los otros legisladores de ese partido han guardado silencio sobre Santos, quien tiene planeado prestar juramento el martes aun después de haber admitido que mintió sobre su pasado.
Santos no ha dado indicio alguno de estar a punto de separarse del cargo, dejando la decisión sobre su futuro en manos de su partido y del Congreso, donde podría ser investigado por la comisión de ética de la cámara baja.
Representantes de McCarthy, quien se alista para ser el próximo presidente de la Cámara de Representantes, no respondieron cuando se les preguntó qué medidas podría tomar McCarthy en relación a Santos.
El martes Santos fue preguntado por Fox News por las “mentiras flagrantes”, a lo que respondió que “cometí un error”.
Se prevé que los demócratas, que estarán en la minoría en la próxima sesión legislativa, buscarán varios procesos contra Santos, incluyendo potencialmente una queja ante la Comisión Federal Electoral y una resolución para expulsarlo una vez asuma funciones como congresista, según un asesor demócrata que habló a condición de anonimato a fin de poder hablar sobre deliberaciones internas.
“Necesitamos respuestas de George Santos. Parece ser un fraude total. Toda su biografía es un invento”, declaró el líder entrante de los demócratas en la cámara, Hakeem Jeffries. “Él tendrá que responder a la pregunta: ¿Perpetró usted un fraude contra los votantes de 3er Distrito de Nueva York?”.
Las primeras dudas sobre Santos surgieron a comienzos de mes cuando el New York Times publicó una investigación sobre sus datos biográficos y halló varias discrepancias. Desde entonces, Santos ha admitido que mintió sobre tener ascendencia judía, sobre haber trabajado para empresas financieras y sobre haberse graduado de la universidad.
Santos, de 34 años, aun no ha encarado otras preguntas, como el origen de una fortuna personal aparentemente surgida en poco tiempo a pesar de haber sufrido problemas financieros y haber sido desalojado por no pagar la renta.
Santos ganó el escaño de un área de Long Island que antes era representada por el demócrata Tom Suozzi, siendo el primer republicano abiertamente gay, fuera de una reelección, en ser elegido al Congreso.
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Contribuyeron a esta nota los corresponsales Bobby Caina Calvan en Nueva York y Kevin Freking.