Hace tres años el mundo iniciaba una etapa que cambiaría la vida de la humanidad, China llevaba algunos días con contagios de una enfermedad respiratoria similar a la gripe, pero de la que no se conocía su origen, aunque el doctor Li Wenliang trató de advertir a su gobierno sobre esto, fue ignorado y perdió la vida al enfrentar a lo que después se llamó Covid-19.
La muerte del médico provocó un nivel de indignación pública y dolor sin precedentes en China, ya que las autoridades en lugar de revisar sus investigaciones, emprendió una investigación policiaca en su contra y lo acusaron de difundir información falsa.
Esta situación provocó que en los países de adoptaran diversas medias para tratar de contener la llegada de esa enfermedad, desde cerrar fronteras, azotar a las personas que no respetaban el confinamiento, aplicar pruebas rápidas que no eran las adecuadas, entre otras y muchas sin sustento científico.
Pese al paso de los años, el repunte de contagios se ha reportado en varios países del mundo, sobre todo en los del hemisferio norte del planeta en donde actualmente es invierno, por lo que comenzaron a tomar medidas que parecían haber quedado en el pasado, como mayores controles en los aeropuertos, sobre todo de los provenientes de China.
Las revisiones fueron adoptadas por Estados Unidos, Japón, Malasia, Taiwan, India e Italia. En este último, en un vuelo que aterrizó en el aeropuerto de Milán el 26 de diciembre, se detectó que más de la mitad de los pasajeros dieron positivo.
Luego de más de mil días de cierre de fronteras, China anunció que a partir del 8 de enero comenzará a recibir vuelos del extranjero, además de obligar a cuarentenas a sus nacionales y extranjeros con permiso de residencia.
De acuerdo con El Mundo, la Comisión Europea convocó una reunión del comité de salud y seguridad para discutir posibles medidas tomadas de manera coordinada por todos los países del grupo.
“La coordinación de las respuestas nacionales a las graves amenazas transfronterizas para la salud es crucial”, dijo el comité tras la reunión. En cambio, a pesar de las presiones de Italia, otros países señalaron que por ahora no veían la necesidad de imponer nuevas restricciones de viaje.
“Desde un punto de vista científico, no hay razón en esta etapa para restablecer los controles en las fronteras”, ha afirmado Brigitte Autran, directora del comité francés de evaluación de riesgos para la salud, apuntando además a que la situación está bajo control y que no hay señales de nuevas variantes en China.
