El gobierno de Justin Trudeau prohibirá que durante los próximos dos años las personas que no vivan en Canadá de manera permanente pueda comprar una vivienda, esto además de ser una de sus promesas de campaña, busca que se dejen de usar los bienes raíces como medida de especulación económica.
La medida, que también busca controlar los precios, entró en vigor desde el inicio de este año, ya que desde que comenzó la pandemia se registró el incremento en los precios de la vivienda, además de creer que compradores extranjeros adquieran muchas propiedades como inversión y esto provocó una falta de viviendas para los canadienses.
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“Las casas son para las personas, no para los inversionistas”, insistió el Primer Ministro Justin Trudeau. Pero precisó que quienes sí podrían comprar vivienda son los refugiados y los extranjeros residentes permanentes que vayan a usar los inmuebles como su casa principal.
“La medida, una de las promesas electorales de Trudeau en su última campaña a las elecciones de 2019, se pone en práctica pese a que los precios de la vivienda en Canadá han caído en torno al 13 % este año, según la Asociación Canadiense de Bienes Raíces”, reveló El Diario.
Además del alto precio de las viviendas al inicio de la pandemia, el Banco de Canadá elevó las tasas de interés en los últimos meses. El pasado abril, el gobierno canadiense presentó su proyecto presupuestario para el año fiscal 2022-2023 concentrado en la reducción del déficit y el abaratamiento de la vivienda en el país
De los 31 mil 200 millones de dólares canadienses correspondientes al nuevo gasto, una tercera parte está destinada a hacer la compra de viviendas más asequibles para los canadienses.