SARAJEVO, Bosnia y Herzegovina (AP) — El líder separatista serbobosnio condecoró el domingo al presidente ruso Vladimir Putin con la principal medalla del honor por su “preocupación y amor patrióticos” por la parte de Bosnia que controlan los serbios.
“Putin es responsable de desarrollar y fortalecer la cooperación y las relaciones políticas y amistosas entre la RS (República Srpska) y Rusia”, señaló el presidente Milorad Dodik, en la ceremonia realizada en el bastión serbobosnio de Banja Luka.
Dodik, que visitó a Putin en septiembre en Moscú, ha mantenido estrechas relaciones con el mandatario ruso pese a la guerra de Rusia en Ucrania. La medalla será entregada a Putin en la próxima reunión entre ambos dirigentes, señaló el embajador ruso, Igor Kalbukhov.
“Creemos que este reconocimiento es una afirmación de la determinación estratégica de nuestras relaciones dirigida a fortalecer la amistad entre nuestros pueblos hermanos”, comentó el embajador en la ceremonia.
Países de Occidente acusan a Moscú de tratar de desestabilizar Bosnia y el resto de los Balcanes a través de sus aliados en Serbia y Bosnia. Dodik ha abogado abiertamente por separar la mitad de Bosnia que controlan los serbios de una federación bosnio-croata para unirla a la vecina Serbia.
Un acuerdo de paz mediado por Estados Unidos en 1995 puso fin a una guerra en Bosnia que causó que al menos 100.000 personas perdieran la vida y millones se quedaran sin hogar, pero dejó un país profundamente dividido en tres principales grupos étnicos. Moscú ha estado sacando provecho de las divisiones apoyando tácitamente las políticas separatistas de Dodik.
Dodik condecoró a Putin con motivo del “día de la República Srpska”, considerado ilegal por el Tribunal Constitucional de Bosnia. Conmemora el día en que los serbobosnios proclamaron su separación de Bosnia en 1992 con el objetivo de separar las regiones de población serbia del Estado balcánico y unirlas a Serbia.
Las tensiones se dispararon en Bosnia porque los serbios planeaban celebrar el lunes sus principales festejos en las afueras de Sarajevo, la ciudad que mantuvieron sitiada durante tres años de guerra. Miles de personas murieron en los incesantes bombardeos y francotiradores de la capital bosnia.