MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
"Hemos identificado un nuevo desencadenante de la inflamación cerebral en estos trastornos", ha explicado Elizabeth Ochoa, autora del estudio, publicado en la revista científica 'Science Advances'.
La enfermedad de Alzheimer y la parálisis supranuclear progresiva se caracterizan por depósitos tóxicos de una proteína llamada tau. Su investigación encontró que los "genes de salto" inducidos por tau, que pueden reubicarse o copiarse a sí mismos en otras ubicaciones en el genoma, forman ARN de doble cadena. Este ARN anormal imita el desencadenante inflamatorio que también está presente en las infecciones virales.
"Los elementos transponibles, los llamados genes saltadores, son una nueva área de interés para comprender la enfermedad de Alzheimer. Nuestro estudio proporciona nuevos conocimientos sobre cómo pueden impulsar el proceso de la enfermedad además de su capacidad para saltar. Estos ARN de doble cadena parecen un virus para el sistema inmunitario, aunque los genes saltadores son parte de nuestro genoma normal", ha detallado Ochoa.
Los investigadores detectaron la acumulación de ARN de doble cadena en tejido cerebral post mortem de pacientes con enfermedad de Alzheimer y parálisis supranuclear progresiva y en cerebros de modelos de tauopatía en ratones y moscas de la fruta.
"Encontramos depósitos sustanciales de ARN de doble cadena en los astrocitos, que son células que brindan apoyo metabólico a las neuronas, regulan los neurotransmisores y mantienen la integridad de la barrera hematoencefálica. En el envejecimiento y la enfermedad, los astrocitos responden a lesiones y alteraciones del entorno neuronal. Nuestros hallazgos abren nuevas puertas para comprender la biología de los astrocitos y su papel en el control de elementos transponibles", han resaltado los investigadores.
La pérdida de neuronas, que son células del sistema nervioso central, es progresiva en el Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas.
Los investigadores realizaron experimentos en moscas de la fruta para probar rápidamente sus preguntas sobre el ARN de doble cadena y la inflamación en el cerebro. "Para asegurarnos de que lo que encontramos en nuestros experimentos con moscas de la fruta sea relevante para la enfermedad de los mamíferos, también estudiamos el tejido cerebral de modelos de ratones y de cerebros humanos post mortem afectados por tauopatía", ha remachado Ochoa.