MINNEAPOLIS (AP) — Esta vez, Carlos Correa puede decir: “Trato hecho”.
Correa pasó el miércoles su examen médico y firmó por seis años y 200 millones de dólares con los Mellizos de Minnesota, que conservaron al pelotero boricua tras una de las negociaciones más convulsas por las que haya atravesado un agente libre en la historia de las Grandes Ligas, incluyendo acuerdos preliminares que se frustraron con los Gigantes de San Francisco y los Mets de Nueva York.
Correa oficializó el martes un contrato que podría ascender a 270 millones de dólares en 10 temporadas si el campocorto estelar se mantiene saludable. Se trata de un convenio con estructura única, concebido por los Mellizos para retener a un pelotero a quien habían dado por perdido en dos ocasiones ante franquicias con una chequera más abultada.
Los acuerdos con los Gigantes y los Mets se rompieron en medio de las preocupaciones manifestadas por estos clubes sobre la condición de su tobillo derecho en el largo plazo.
Tras el naufragio del acuerdo con San Francisco, el presidente de operaciones deportivas de los Mellizos Derek Falvey sostuvo una emotiva llamada telefónica con Correa, para despedirse de él.
“Lo que él me transmitió es que una parte de su corazón estaba acá”, contó Falvey. Ahora, Correa vuelve a tener su corazón entero en Minnesota.
Correa se fracturó el peroné tras deslizarse en la antesala como pelotero de ligas menores en 2014. Como parte del procedimiento quirúrgico que requirió, se le insertó una placa metálica para darle apoyo adicional al hueso.
El 13 de diciembre, Correa llegó a un acuerdo por 13 años y 350 millones de dólares con los Gigantes, quienes programaron una conferencia de prensa para una semana después a fin de formalizar el convenio. La conferencia se canceló apenas antes de la hora programada.
Esa noche, Correa accedió a un acuerdo por 12 años y 315 millones de dólares con los Mets, cuyo dueño Steve Cohen está gastando a raudales y confirmó incluso el pacto.
Sin embargo, Nueva York planteó también preocupaciones sobre el tobillo después de un examen físico realizado el 22 de diciembre, y se abstuvo de concretar el convenio mientras intentaba negociar medidas de protección en las dos semanas siguientes.
El agente de Correa, Scott Boras, insistió el mes pasado en que la cirugía no debió ser un problema para suscribir los contratos.
Y el miércoles, elogió la actitud de Falvey.
“Él no se perdió nada de esto. Estuvo en comunicación constante”, recalcó.
Correa se mostró agradecido por poner fin a la telenovela.
“Minnesota estuvo siempre en ese pequeño grupo de equipos en los que yo dije a Scott que quería estar al comienzo de las negociaciones con agentes libres”, dijo Correa durante una conferencia de prensa en el Target Field. “Ahora lo único que importa es que estoy aquí y voy a hacer lo que hago en adelante. Y será por mucho tiempo”.
Los Mellizos habrían tenido un conocimiento más avanzado sobre la salud de Correa, a quien contrataron antes de la campaña anterior. Correa rescindió ese convenio con Minnesota para probar suerte en el mercado, tras devengar 35,1 millones de dólares en 2022.
La única vez que Correa se perdió encuentros fue por la lesión en un dedo, luego de recibir un pelotazo y por haber contraído COVID-19.
Jugó en 136 encuentros, bateó para .291 con 22 jonrones y 64 empujadas, y lideró a todos los torpederos de las mayores, con un OPS de .834.
___
El periodista de la AP, Ronald Blum, contribuyó con este despacho.