CARACAS (AP) — Cientos de trabajadores públicos de la salud y la educación, activos y jubilados, se manifestaron el miércoles en el centro de Caracas para demandar mejores condiciones laborales y mejoras salariales.
La marcha, que recorrió aproximadamente un kilómetro desde el Ministerio Público hasta la Defensoría del Pueblo, fue denominada “Marcha de los entierros” en alusión a que los salarios de los trabajadores públicos han sido “enterrados” por la inflación.
“Ayer sacaba platos y copas de mi vitrina para poder vender y comer”, dijo Ariani Bruzual, una educadora jubilada de 63 años que es paciente oncológica. La pensión de Bruzual equivale a siete dólares mensuales, que no le alcanzan para comprar alimentos ni medicinas, por lo cual ella y su esposo han logrado sobrevivir vendiendo sus electrodomésticos y otros bienes.
La educadora dijo que se rehúsa a quedarse en su casa viendo cómo se consumen sus bienes sin poder comprar medicamentos. Actualmente no está en tratamiento para el cáncer ya que no cuenta con los recursos. “Estoy a la buena de Dios”, dijo con lágrimas en los ojos.
El último aumento del salario mínimo fue en marzo de 2022, cuando el gobierno publicó en la gaceta oficial el decreto presidencial que lo fijaba en 130 bolívares soberanos, que al momento equivalían a 30,66 dólares mensuales y actualmente son apenas siete.
Tibaide Márquez, camarera del Hospital Vargas, uno de los principales centros de salud públicos de la capital, recibe un salario mínimo que no le permite cubrir el costo del transporte público hasta su lugar de trabajo. “Trabajamos por vocación”, dijo la mujer que luego de terminar su turno en el hospital vende café y cigarrillos en la puerta de emergencias durante la noche. Márquez dijo que además de mejoras salariales se necesitan insumos, ya que el hospital no cuenta con los materiales básicos para trabajar.
El Observatorio Venezolano de Finanzas, una organización privada dirigida por legisladores opositores, calcula que la inflación anual alcanzó el 306% el año pasado y el 37% en diciembre, la tasa más alta en los últimos 20 meses.
La crisis económica y política del país empezó durante los últimos meses del gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez en 2013 y se agudizó durante el gobierno de su sucesor, Nicolás Maduro.
De acuerdo con una encuesta realizada por la Universidad Católica Andrés Bello, más de tres cuartos de la población vive en la pobreza extrema, lo que ha generado la mayor ola migratoria del continente. La Organización de las Naciones Unidas calcula que más de siete millones de ciudadanos han emigrado.