LAS VEGAS (AP) — El quarterback Derek Carr afirmó el jueves, en sus primeros comentarios públicos desde que fue relegado al banquillo por el entrenador de los Raiders de Las Vegas, que está listo para enfrentar el desafío de jugar en una nueva ciudad.
“Dije alguna vez que si no fuera un Raider preferiría estar en casa, y de verdad lo creía. Pero nunca vislumbré que terminaría de esta forma”, publicó Carr en Twitter. “Ese fuego que ardía dentro de mí por ganar un campeonato sigue ahí. Es un fuego que ningún hombre puede extinguir, sólo Dios. Así, estoy ansioso por una nueva ciudad y un nuevo equipo que, sin importar las circunstancias, reciban todo lo que tengo”.
Carr jugó de inicio 14 partidos a lo largo de sus nueve temporadas con los Raiders, aportando estabilidad a una franquicia que había tenido 17 quarterbacks titulares en los 11 años previos.
El equipo reclutó a Carr en la segunda ronda del draft de 2014.
Con Carr, los Raiders aparecieron en los playoffs de 2016 y 2021. El quarterback posee varias marcas del equipo, como la de más yardas por aire (35.222) y más pases de anotación (217).
Sin embargo, acumula también la tercera mayor cantidad de partidos de inicio para un quarterback sin ganar un solo partido de playoffs. Esta estadística toma en cuenta la era del Super Bowl.
Durante su primer año bajo las órdenes del entrenador Josh McDaniels, Carr tuvo problemas, pese a la incorporación de Davante Adams, receptor estelar y su amigo cercano. Fue enviado a la banca cuando restan sólo dos semanas de la temporada regular.
Carr tuvo sus peores estadísticas desde su campaña de novato en índice de pases completos (60,6%) y rating (86,3). Sufrió su mayor proporción de intercepciones (2,8%) y su menor cifra de yardas por intento (7) desde 2017.
Ello desembocó en la decisión de McDaniels y de Dave Ziegler, quien está en su primer año como gerente general. Carr se marchará, menos de un año después de firmar con el equipo una extensión por tres temporadas y 120,5 millones de dólares.