MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Jordania ha convocado este martes al embajador israelí en Amán, Eitan Surkis, para protestar por la negativa al acceso del embajador jordano en Israel, Ghasán Majali, a la Explanada de las Mezquitas y ha denunciado que la Policía de Israel le "bloqueó el paso", en medio de las tensiones en la zona.
El Ministerio de Exteriores jordano ha indicado en un comunicado publicado en su cuenta en la red social Twitter que se ha trasladado una protesta a Israel por el incidente y ha recordado que Jordania es responsable de gestionar la situación en el lugar, conocido por los judíos como Monte del Templo.
Así, ha subrayado que Israel, como potencia ocupante, "debe cumplir con sus obligaciones, en línea con el Derecho Internacional, en lo relativo a la ocupada ciudad de Jerusalén y sus lugares sagrados, especialmente la mezquita de Al Aqsa, y evitar medidas que supongan un perjuicio para los lugares santos, así como poner fin a los intentos de cambiar el estatus legal en el lugar".
Por su parte, la Policía israelí ha negado que se impidiera a Majali visitar el lugar y ha recalcado que el embajador jordano llegó al lugar sin coordinarse previamente y que el agente no le reconoció en un primer momento, provocando un "muy breve" retraso mientras preguntaba a su comandante sobre cómo actuar, según el diario 'The Times of Israel'. Tras ello, el embajador se marchó, según la Policía, que ha asegurado que "si hubiera esperado unos segundos, hubiera entrado".
El incidente tiene lugar tras las recientes críticas de Jordania a Israel por la visita al lugar por parte del nuevo ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, situación que provocó una cascada de críticas internacional. Ben Gvir, líder del ultraderechista Otzma Yehudit, aboga por cambiar el 'statu quo' en la Explanada de las Mezquitas.
Israel se hizo con el control de la Explanada de las Mezquitas y el resto de la Ciudad Vieja de Jerusalén durante la Guerra de los Seis Días (1967). Sin embargo, permitió que Jordania siguiera manteniendo la autoridad religiosa en el lugar y, según el acuerdo de paz, reconoció el "papel especial" de Jordania sobre "los lugares santos musulmanes en Jerusalén".
Israel considera Jerusalén como su capital "indivisible", si bien el estatus de la ciudad está pendiente de un acuerdo de paz con las autoridades palestinas, que reclaman Jerusalén Este como capital de un Estado en las fronteras de 1967 en el marco de una solución de dos estados respaldada por la comunidad internacional, que apela igualmente a que no se realicen cambios al 'statu quo'.