KANSAS CITY, Missouri EEUU (AP) — Patrick Mahomes caminó en el Arrowhead Stadium el miércoles como si nada hubiera pasado. Su tobillo izquierdo apenas molestó al quarterback estelar de Kansas City, en el inicio de la preparación de los Chiefs para el partido por el campeonato de la Conferencia Americana en contra de los Bengals de Cincinnati.
Mahomes realizó la tradicional práctica ligera de la mañana y después se enfiló para el entrenamiento del mediodía con el resto de sus compañeros, cuatro días después de que un defensivo de Jacksonville cayó sobre su tobillo y lo forzó a salir del campo renqueando.
“Semana de campeonato de la AFC”, dijo Mahomes con una sonrisa. “Estoy listo para jugar”.
Mahomes sufrió la lesión el sábado, al final del primer cuarto en la victoria de los Chiefs por 27-20 sobre los Jaguars. Los estudios de rayos-X durante el partido resultaron negativos y el jugador seleccionado al equipo ideal All-Pro regresó a jugar en la segunda mitad para conducir a los Chiefs a la conquista de un lugar por quinto año consecutivo en la final de conferencia.
El encuentro del domingo será una revancha ante los Bengals, que derrotaron a Kansas City y obtuvieron el derecho de jugar el Super Bowl la temporada pasada.
Mahomes comenzó a recibir tratamiento después del partido, y una resonancia magnética realizada el domingo no mostró daño estructural.
“Los últimos días ha sido un tema de toda la jornada”, dijo Mahomes, “en el que recibes tratamiento, haces ejercicios de rehabilitación y observas videos. Estás tratando de asegurarte de estar preparado para los Bengals, un gran equipo, mental y físicamente”.
Mahomes trotó el miércoles sin un cojeo evidente, en el lapso del entrenamiento abierto para los reporteros locales.
Dijo que la lesión es similar a una con la que jugó en el inicio de la temporada 2019. En aquel entonces, Mahomes regresó una semana después para lanzar cuatro pases de anotación en una victoria sobre los Raiders. La única diferencia es que se trató del otro tobillo.