LA HAYA, Holanda (AP) — Una investigación del organismo mundial de control de armas químicas estableció que hay “motivos razonables para creer” que la fuerza aérea de Siria lanzó dos cilindros con cloro en un ataque sobre la ciudad de Douma en abril de 2018 que dejó 43 muertos.
El reporte publicado el viernes por un equipo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) ofreció la última confirmación de que el régimen del presidente de Siria, Bashar Assad, utilizó armas químicas durante la enconada guerra civil en el país.
“El uso de armas químicas en Douma, y en cualquier otro lugar, es inaceptable y es una violación del derecho internacional”, afirmó el director general de la OPAQ, Fernando Arias.
Las autoridades sirias no respondieron de inmediato a un pedido de declaraciones. Siria, que se incorporó a la OPAQ en 2013 presionada por la comunidad internacional tras ser culpada de otro supuesto ataque letal con armas químicas, no reconoce la autoridad del equipo de investigación y ha negado reiteradamente haber utilizado este tipo de armamento.
Llevar a los autores de los crímenes en Siria ante la justicia sigue siendo una aspiración lejana. Rusia, aliada de Siria, siempre ha vetado los esfuerzos del Consejo de Seguridad de la ONU de ordenar una investigación por la Corte Penal Internacional.
“Ahora el mundo conoce los hechos. Corresponde a la comunidad internacional tomar medidas, en la OPAQ y más allá”, declaró Arias, un veterano diplomático español.
El equipo de la OPAQ identificó previamente a las fuerzas sirias como responsables de tres ataques químicos en Latamneh en 2017 y uno en Saraqeb en febrero de 2018.
La agencia explicó que “motivos razonables para creer” es la prueba estándar adoptada sistemáticamente por los organismos internacionales y las comisiones de investigación.
A pesar de los hallazgos, que los responsables sirios respondan ante la justicia sigue estando muy lejos. Rusia, aliada de Damasco, ya bloqueó en el pasado los intentos del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para ordenar una pesquisa de la Corte Penal Internacional en el país.
El conflicto que comenzó en Siria hace más de una década se ha cobrado la vida de cientos de miles de personas y desplazó a la mitad de los 23 millones de habitantes que tenía antes del estallido de la guerra.