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Biden enfrenta el reto de popularizar energías renovables

El presidente tiene la meta de reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero para el 2030.

ARCHIVO - El presidente Joe Biden conduce un vehículo eléctrico Cadillac Lyriq el 14 de septiembre de 2022, en el Salón del Automóvil de Detroit. (AP Foto/Evan Vucci, archivo) AP (Evan Vucci/AP)

WASHINGTON (AP) — El presidente Joe Biden persuadió a los demócratas del Congreso a que proporcionen cientos de miles de millones de dólares para combatir el cambio climático. Ahora tiene ante sí otra tarea formidable: Incitar a los estadounidenses a que adquieran millones de automóviles eléctricos, bombas de calor, paneles solares y electrodomésticos más eficientes.

Es un reto de relaciones públicas que podría determinar si Estados Unidos alcanza la ambiciosa meta de Biden de reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero para el 2030.

El que el proyecto de ley sobre el clima —el cual fue aprobado en agosto con votos demócratas solamente— esté apoyado en créditos y reembolsos fiscales hizo que fuese más apetecible políticamente que las reglamentaciones que obligan a las industrias contaminantes a efectuar cambios masivos.

Pero también significa que la batalla del gobierno contra el cambio climático será librada de “hogar en hogar”, dijo Shannon Baker-Branstetter, que trabaja en asuntos de energía en el Center for American Progress (Centro para el Progreso Estadounidense), un organismo de investigación alineado muy de cerca con la Casa Blanca.

“Es muy gradual”, señaló. “Es por eso que requiere una estrategia de comunicación muy sofisticada”.

Biden reconoció la existencia del obstáculo durante una reunión reciente del gabinete mientras hablaba sobre los incentivos que estarán disponibles este año.

“La gente necesita saber cómo aprovechar estos beneficios que aprobamos. Nos corresponde a todos nosotros alrededor de esta mesa asegurarnos de que damos a conocer ese mensaje claramente”, manifestó.

La Casa Blanca dice que está armando un plan para colaborar con gobiernos estatales, contratistas, vendedores al por menor e influencers de redes sociales con el fin de propagar el mensaje. “El disminuir los montos de las facturas de los servicios públicos va a ser un impulsor crucial”, dijo Josh Peck, alto asesor de políticas sobre asuntos de energías limpias.

Está colaborando también con Rewiring America, un organismo sin fines de lucro enfocado en formas de electrificar viviendas y negocios, y con compañías como Airbnb, Redfin y Lyft. Dentro de esas labores, Rewiring America creó una calculadora en línea que muestra a qué créditos o reembolsos podrían ser elegibles los propietarios de casas, dependiendo de sus ingresos y del código postal donde vivan.

Adquirir una bomba de calor o instalar paneles solares es “una línea de gastos mayores y una gran oportunidad para ahorrar”, dijo Ari Matusiak, fundador y director general del grupo. “Así que realmente es importante asegurar que la gente esté consciente de los recursos a su disposición y los beneficios que pueden poner en marcha en términos de lograr ahorros en las facturas de energía”.

Pero la Casa Blanca enfrenta una lucha cuesta arriba.

Los sondeos muestran que, aunque los estadounidenses respaldan actuar para disminuir la velocidad del cambio climático, en general desconocen la Ley de Reducción de la Inflación, la cual incluye muchas cosas, entre ellas incentivos financieros para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y se muestran escépticos del papel que ellos desempeñan en la crisis climática.

Una encuesta AP-NORC dada a conocer en septiembre, un mes después de que se promulgara la ley, halló que el 61% de los adultos estadounidenses dijeron que sabían de poco a nada sobre esa ley. Y a pesar de la inversión de miles de millones de dólares en soluciones para mejorar el clima, sólo una tercera parte dijo que ayudaría a mejorar el combate al cambio climático, y aproximadamente la mitad consideró que no haría ninguna diferencia.

La Casa Blanca dice no estar desconcertada por los resultados. La meta es asegurarse de que los consumidores conozcan los beneficios financieros de los productos eficientes en el consumo de energía cuando estén tomando decisiones cruciales sobre qué productos adquirir, señaló Peck.

“Uno de los retos aquí es tratar de reunirse con los consumidores donde estén cuando tomen decisiones acerca de estas compras”, indicó.

La mayoría de los adultos estadounidenses dicen que es improbable que instalen paneles solares o adquieran un vehículo eléctrico en los próximos tres años, según el sondeo AP-NORC. Entre ellos, aproximadamente la mitad dijeron que los incentivos financieros no representarán una diferencia en su decisión.

Normalmente los propietarios de viviendas se muestran renuentes a sustituir calefactores o calentadores de agua hasta que no tienen otra opción que desembolsar el dinero por ellos.

“Un día la calefacción no enciende y afuera hay (una temperatura de) 10 (grados Fahrenheit) bajo cero y dices: ‘Oh... tengo que ir por un calefactor’", dijo DR Richardson, cofundador de Elephant Energy, una compañía de Colorado que ayuda a los propietarios de viviendas a instalar bombas de calor eléctricas y otros electrodomésticos. “Así que el mayor reto desde nuestro punto de vista, y desde la perspectiva del clima, es hacer que la gente piense con anticipación acerca de cómo reemplazar estos activos”.

La mayoría de los dueños de casas no comprenden qué equipo cumple los requisitos para que ellos reciban un reembolso o un crédito fiscal, e incluso los contratistas no siempre están al tanto, dijo Richardson. Aunque algunas bombas de calor son elegibles para un reembolso completo, otras no, o sólo cumplen las características para reembolsos parciales.

“Así que simplemente es una pesadilla si no estás acostumbrado a trabajar en crear hojas de cálculo para analizar y entender todas estas cosas”, señaló.

Y tampoco están listos todos los incentivos. Aunque la gente puede obtener una reducción de impuestos sobre el costo de un automóvil eléctrico, paneles solares o bomba de calor, los reembolsos para los estadounidenses de ingresos medios y bajos que intentan mejorar la eficiencia energética de sus hogares aún no están disponibles. El Departamento de Energía todavía está desarrollando el sistema para distribuir ese dinero.

Cecilia Muñoz, directora del Consejo de Política Doméstica de la Casa Blanca durante el gobierno del presidente Barack Obama, dijo que durante su gestión aprendió que para el gobierno es crucial invertir en la ejecución de políticas.

“Con demasiada frecuencia nosotros como promotores y responsables de políticas públicas aplaudimos cuando una política es implementada, y luego dejamos de prestarle atención”, señaló. En lugar de eso, es necesario que se diseñen formas para llegar directamente a la gente con el fin de ayudarles a “entender los pasos que pueden tomar y las formas en las que el gobierno va a facilitar eso”.

El Departamento de Energía ha empezado a entregarle información a los estados acerca de la asignación de 9 mil millones de dólares que les corresponde para respaldar las mejoras energéticas en los hogares, lo que incluye mejorar la protección de las viviendas ante el clima frío e instalar bombas de calor.

Y Biden, que se autonombra “un tipo de autos”, ha estado haciendo su parte para promover los vehículos eléctricos, presentándose en el Salón del Automóvil de Detroit en septiembre y en la serie televisiva “Jay Leno's Garage”.

Donnel Baird, fundador y director general de BlocPower, una compañía con sede en Brooklyn, Nueva York, que colabora con compañías de servicios públicos, agencias gubernamentales y propietarios de edificios para mejorar la eficiencia energética, ha trabajado con la cadena Lowe's de productos para el hogar y otras tiendas al por menor para promover los electrodomésticos eficientes.

La idea, dijo Bird, es que “el cajero diga: ‘¿Sabe? Usted puede obtener un crédito fiscal si no se lleva esa podadora de pasto y mejor compra esa de tecnología verde’”. Aunque ese tipo de interacciones podrían no tener resultados inmediatos, Baird dijo tener confianza en que los créditos fiscales y otros beneficios de la ley climática lleguen a ser más conocidos.

“Se requirieron años para que la ACA se encarrilara”, señaló, refiriéndose a la Ley de Cuidado de Salud Asequible, también conocida como “Obamacare”. Y agregó: “Creo que podría pasar lo mismo con esta ley”.

Dan Pfeiffer, ex alto asesor de comunicaciones de Obama, ve otra lección en dicha ley.

“La ACA se hizo cada vez más popular entre más intentaban los republicanos derogarla”, indicó, insinuando que Biden aproveche cualquier intento republicano de revocar la Ley de Reducción de la Inflación con el fin de atraer más atención hacia los beneficios de esa ley.

“No tengo duda de que la Casa Blanca ha pensado en todo esto”, señaló Pfeifer. Pero el problema es que "nada de ello es fácil".

“El grueso del trabajo empieza ahora”, agregó.

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