PARÍS (AP) — Denunciar, actuar y sancionar. Ese es el enfoque de una nueva campaña contra el racismo, el antisemitismo y la discriminación de todo tipo que anunció el lunes la primera ministra francesa, Elisabeth Borne.
El plan de cuatro años comienza con la educación de los jóvenes con una visita anual obligatoria a un sitio conmemorativo del Holocausto u otro que ejemplifique los horrores que puede producir el racismo. Incluye capacitar a docentes y funcionarios públicos sobre discriminación, y endurecer las sanciones.
También se dictarán órdenes de arresto contra quienes utilicen la libertad de expresión con fines racistas o antisemitas.
La estrategia incluye un punto especial a la discriminación contra los gitanos.
“No habrá impunidad para el odio”, dijo Borne, al presentar su plan con 80 medidas en el Instituto del Mundo Árabe. La tolerancia va en aumento, “pero el odio se ha reinventado”, señaló.
“Nuestro primer desafío es mirar de frente la realidad del racismo y el antisemitismo y no ceder nada a quienes falsifican la historia, reescriben nuestro pasado, olvidan o deforman algunas páginas”, agregó Borne.
Algunas personas que trabajan desde hace años en asociaciones francesas contra el racismo y la discriminación se muestran escépticas ante el plan, lo rechazan de plano o se reservan su juicio.
Incluso Kaltoum Gachi, copresidenta de la organización MRAP —que colaboró con la propuesta— dijo a The Associated Press que su grupo “estará atento para ver si el plan da frutos”.
Francia ha lanzado planes durante cinco décadas, el último en 2018, para luchar contra el racismo, el antisemitismo y la discriminación. Aún así, el número estimado de víctimas que sufrieron al menos un ataque racista, antisemita o xenófobo fue de 1,2 millones por año, según la Comisión Nacional Consultiva de Derechos Humanos.
Las redes sociales y una creciente extrema derecha temerosa de la desaparición de las raíces cristianas en una Francia cada vez más multicultural han agregado nuevas dimensiones a la lucha contra el racismo.
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Alex Turnbull contribuyó desde París.