ROMA, 4 (EUROPA PRESS)
"Renuevo con todas mis fuerzas el más apremiante llamamiento a (...) retomar seriamente el proceso de paz para que finalicen las agresiones y la gente pueda volver a vivir de manera digna", ha señalado Francisco, que se ha reunido este viernes con los desplazados internos en Juba, capital de este paupérrimo país africano.
El Pontífice ha lamentado en su discurso que "un gran número de niños nacidos en estos años sólo ha conocido la realidad de los campos para desplazados, olvidando el ambiente del hogar, perdiendo el vínculo con la propia tierra de origen, con las raíces, con las tradiciones".
Ante centenares de personas, ha expresado que "no puede haber futuro en los campos para desplazados".
El Pontífice argentino, de 86 años, arrancó el viernes una "peregrinación de paz" - según la ha definido él mismo- en Sudán del Sur, un país de 12 millones de habitantes, mayoritariamente católico, que en 2011 se independizó de Sudán, de mayoría musulmana, tras tres décadas de conflicto.
En 2013, el país africano se sumió en una guerra civil que duró cinco años y dejó 380.000 muertos, entre seguidores de los líderes Salva Kiir y Riek Machar.
Pese a un acuerdo de paz firmado en 2018, la violencia persiste y el país contaba en diciembre con 2,2 millones de desplazados internos, según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
"Aunque los conflictos, la violencia y los odios hayan arrancado los buenos recuerdos de las primeras páginas de la vida de esta República, sean ustedes los que vuelvan a escribir la historia de paz", ha dicho el Papa.
Asimismo, ha lamentado que en este país "martirizado" ser desplazado o refugiado se ha convertido "en una experiencia normal y colectiva".
Tras haber escuchado los testimonios de tres jóvenes, ha asegurado que las mujeres son "la clave" de la transformación de la transformación del país y ha reclamado que tengan las "oportunidades adecuadas"
Francisco ha participado también en una oración ecuménica junto con el Arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el Moderador de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia, Iain Greenshields.