MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
Es el cálculo obtenido por investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias en un estudio publicado en Science Advances.
Los artrópodos --que incluyen insectos, arácnidos, crustáceos y miriápodos, entre otros-- son ingenieros del ecosistema que polinizan nuestros cultivos, remueven los suelos agrícolas y sustentan una enorme diversidad de depredadores, desde currucas hasta osos, que se alimentan de ellos directa o indirectamente.
Sin embargo, a pesar de su importancia crucial para el medio ambiente y la humanidad, y a pesar de los datos que sugieren una preocupante disminución de su número en zonas afectadas por la actividad humana, los científicos no tenían respuestas holísticas y globales a preguntas básicas sobre los artrópodos, como cuántos de ellos hay ahí fuera y cuánto pesan colectivamente.
"Los artrópodos han sido descritos como 'las pequeñas cosas que dirigen el mundo' debido a su papel central en múltiples procesos ecológicos. Debemos tenerlos en cuenta si queremos comprender plenamente el impacto de la humanidad en el planeta y las posibles consecuencias del cambio climático", afirma en un comunicado el Dr. Yuval Rosenberg, quien dirigió el estudio en el Departamento de Ciencias Vegetales y Medioambientales de Weizmann.
"Cuantificar las poblaciones de artrópodos establece una línea de base con la que podemos medir los cambios futuros en las comunidades de artrópodos y cómo estos cambios, a su vez, podrían afectar a los procesos globales", dice Rosenberg.
Los investigadores recopilaron datos de miles de observaciones realizadas a lo largo de los años en unos 500 lugares de estudio de todo el mundo. Estos lugares representan diversos biomas, desde selvas tropicales a desiertos, y también zonas agrícolas. Los científicos examinaron datos sobre la biomasa de artrópodos tanto por debajo como por encima del suelo, por ejemplo en las plantas.
El estudio muestra que la mayor parte de la biomasa de artrópodos terrestres corresponde a criaturas que viven bajo tierra, incluidos colémbolos y ácaros, animales diminutos de importancia crítica para la rica ecología del mundo subterráneo. Los artrópodos subterráneos son responsables de procesos que fertilizan el suelo y afectan al ciclo global del carbono. Depredan sobre otros organismos, manteniendo un equilibrio ecológico. Los investigadores calcularon que el número de artrópodos individuales subterráneos es de unos 10 quintillones, o 10 billones de billones.
LA MITAD CORRESPONDE A INSECTOS SOCIALES QUE VIVEN EN COLONIAS
Los insectos sociales que viven en colonias representan la mitad de la masa de artrópodos subterráneos: Las termitas y las hormigas constituyen el 40% y el 10% de esa categoría, respectivamente. En cuanto a los artrópodos aéreos, la mayor parte de su biomasa se encuentra probablemente en los bosques tropicales, e incluye muchos artrópodos familiares como mariposas, hormigas, escarabajos, saltamontes y arañas.
"A menudo examinamos los artrópodos desde la perspectiva de la diversidad biológica, o del número de especies. Es un prisma muy importante, pero a veces puede distorsionar nuestra comprensión de la parte relativa de los distintos tipos de artrópodos y su impacto en los procesos ecológicos", dice Rosenberg.
"Las especies con muchos individuos, o un gran peso colectivo, suelen tener un mayor impacto que las especies raras", añade. "Cuantificar la masa global de artrópodos ayuda a desarrollar una perspectiva más precisa y relevante de los diversos procesos ecológicos y promueve una comprensión holística y cuantitativa del papel de los artrópodos en la ecología global."
"Esta investigación ofrece al público en general una serie de perspectivas", afirma Milo, cuyo laboratorio ha dirigido en los últimos años varios estudios que cartografían las biomasas globales de diversos grupos de especies.
"La cifra corrige la impresión de que se trata de poblaciones de artrópodos infinitas e inagotables. A pesar de su amplia distribución, no es así. Los artrópodos se ven fuertemente afectados por las influencias humanas y climáticas, lo que a su vez hace vulnerables nuestros sistemas ecológicos", afirma el profesor Ron Milo, autor principal del estudio. Su equipo ha observado, por ejemplo, que las tierras agrícolas tienen muchos menos artrópodos que los bosques en la misma zona climática.
"La salud de nuestros sistemas ecológicos depende en gran medida del estado de las poblaciones de artrópodos. Son una fuerza masiva cuando se trata de regular la vegetación. Miles de especies de aves, reptiles y anfibios dependen de ellos para alimentarse y, en última instancia, los artrópodos ayudan a descomponer y reciclar las plantas y animales muertos, así como sus excrementos", afirma Rosenberg.
"Esto tiene enormes implicaciones también para nosotros. Incluso un servicio que puede parecer menor, como descomponer los excrementos, no sólo fertiliza el suelo sino que previene brotes de enfermedades y plagas. Por eso, el declive de las poblaciones de artrópodos en todo el planeta exige un seguimiento minucioso de su situación. Una visión amplia y cuantitativa puede ayudarnos a evaluar cómo pueden cambiar nuestros sistemas ecológicos, y cómo esto podría afectar a nuestra salud, economía, agricultura y calidad de vida."