MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
Estas observaciones muestran claramente el flujo de salida de una estrella recién nacida que afecta a una nube vecina de formación estelar. Aún se desconoce si el hecho de que una estrella de este tipo reciba este tipo de patadas de su vecina perturba o favorece la formación estelar, informa el NAOJ (National Astronomy Observatory of Japan).
Las estrellas se forman a partir del colapso de una nube de gas y polvo. Pero no todo el material puede incorporarse a la nueva estrella; parte de él es expulsado a gran velocidad. La mayoría de las estrellas nacen amontonadas en grandes grupos, por lo que se ha predicho teóricamente que a veces un flujo de salida chocará con otra nube e influirá en la formación estelar en ella. Sin embargo, esta predicción no ha podido confirmarse porque los cúmulos de formación estelar están relativamente lejos de la Tierra y son difíciles de resolver en detalle.
Un equipo dirigido por Asako Sato, estudiante de posgrado de la Universidad de Kyushu, utilizó las capacidades superiores del radiotelescopio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) para resolver suficientemente las distribuciones de gas y polvo en una región de formación de cúmulos situada a 1.400 años luz en la constelación de Orión.
Las observaciones del equipo muestran un flujo de salida emitido por una estrella recién formada en una región conocida como FIR 3 que impacta en la cercana región FIR 4, donde está naciendo un grupo de estrellas jóvenes dentro del mismo cúmulo, y crea capas de choque.
Ahora el equipo está haciendo planes para utilizar ALMA en estudios adicionales para ver si esta rivalidad entre hermanos estelares tiene un impacto positivo o negativo en la formación estelar.
Estos resultados se publican en The Astrophysical Journal el 2 de febrero de 2023.