BUENOS AIRES (AP) — El presidente argentino Alberto Fernández dijo el lunes que está dispuesto a competir en una primaria contra otros dirigentes del oficialismo para definir al candidato a las elecciones generales de octubre, en un reconocimiento de que no cuenta con el apoyo interno suficiente para buscar la reelección.
“Seguramente se verá (en una primaria). Dejemos que la gente opine. ¿Desde cuándo le tenemos miedo a que la gente opine?”, señaló el mandatario en una entrevista con radio Urbana Play de Buenos Aires. “En el año 40 de la democracia lo que más quiero es profundizar la democracia. Argentina tiene un historial de personalismo que no quiero imponer”.
En muy contadas ocasiones el partido peronista gobernante definió sus candidatos por elecciones internas. Y Fernández sería el primero de esa fuerza política que en ejercicio del poder y habilitado a un segundo mandato se somete a una primaria.
Las primarias abiertas, obligatorias, simultáneas y obligatorias (PASO) están previstas para el 13 de agosto. Todas las fuerzas políticas deben presentarse, más allá de que lleven a un solo candidato. La ley electoral establece que un partido queda habilitado para competir por la presidencia si obtiene un mínimo de 1,5% de los votos en una PASO.
La declaración de Fernández, quien asumió en 2019, pone en evidencia que no cuenta con el suficiente apoyo interno para buscar la reelección en medio de la disputa que mantiene casi desde el primer año de gobierno con el sector que lidera la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y que se profundizó tras la firma de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar la deuda por 45.000 millones de dólares.
Varios dirigentes que responden a la vicepresidenta han manifestado públicamente que el oficialismo debe buscar un candidato más competitivo para las elecciones generales de octubre debido a que la mayoría de las encuestas vaticinan una derrota del presidente.
“Que sé yo, no leí eso. A mí nadie me lo dijo. Tampoco es lo que más me importa. Mi mayor problema no es que Alberto Fernández vuelva a ser presidente, sino que algunos de los canallas que destruyeron a la Argentina vuelvan a presidirla”, opinó el mandatario, en referencia al principal partido de la oposición liderado por el expresidente conservador Mauricio Macri, que gobernó hasta 2019.
El oficialismo intentará limar sus diferencias y acordar una estrategia electoral a partir de la próxima semana cuando se ponga en funcionamiento una mesa política con los representantes de los distintos sectores que integran el gobernante Frente de Todos.
“Es una mesa para desarrollar la estrategia electoral que vamos a llevar adelante para la elección que viene. Calculo será la semana que viene. La idea es que participemos todos”, detalló el presidente. Las elecciones generales serán el 22 de octubre.