MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
Sólo en el año 2022, Turquía registró más de 20.000 seísmos. De ellos, casi 130 superaron la magnitud 4 en la escala de Richter, mientras que uno superó el nivel 6, según datos de la agencia nacional de emergencias (AFAD) recogidos por los medios turcos.
De hecho, las autoridades se esfuerzan por inculcar a la ciudadanía consejos de prevención en caso de que haya temblores, asumiendo que estos son inevitables cada cierto tiempo. El país organizó en noviembre de 2022 y por primera vez un simulacro de seísmo a nivel nacional que se extendió de forma simultánea por 81 provincias.
Así, ya desde la infancia se inculca a los niños la necesidad de estar preparados y saber reaccionar en caso de emergencia. También es frecuente establecer o detectar zonas 'a priori' más seguras en viviendas o lugares de trabajo, según el diario 'Daily Sabah'.
La mayor parte de Turquía se encuentra ubicada sobre la placa de Anatolia, situada a su vez entre dos grandes plataformas, la euroasiática y la africana, y una tercera placa de menor tamaño, la árabiga. Esto provoca que varias fallas recorran el país, favoreciendo por tanto la posibilidad de que haya grandes temblores.
La más peligrosa, donde coinciden las placas turca y euroasiática, recorre todo el norte de Turquía, pasando muy cerca de Estambul. De hecho, el temor recurrente de los expertos es que esta gran ciudad de Turquía pueda volver sufrir en algún momento un seísmo potencialmente devastador.
De hecho, Estambul ya registró en 1999 alrededor de un millar de fallecidos como consecuencia de un terremoto que dejó en distintos puntos del país más de 17.000 muertos. El seísmo más mortífero del último siglo en Turquía tuvo lugar en 1939, cuando cerca de 33.000 personas murieron y 100.000 resultaron heridas por un terremoto en Erzincan (este).