El agua es de suma importancia para vivir y poder realizar las actividades cotidianas, por ello es importante cuidarla y saber cómo utilizarla.
Parte de que todos tengan agua depende de ello; sin embargo, hay momentos en que la infraestructura nos juega mal y puede generar fallas. Algo así sucedió en el Estado de México donde se fracturó una parte de un Macrocircuito de Distribución de Agua Potable, ubicado en la colonia Izcalli Ecatepec.
Todo esto sucedió el pasado 25 de enero. Cuando vecinos de esta colonia reportaron una mega fuga que inundó sus casas transformando las calles en ríos. De acuerdo con la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) este derrame se debió a una falla en las líneas de conducción del Sistema Cutzamala, donde en días pasados ya se había registrado otra fractura que ocasionó otra mega fuga y un socavón.
La CAEM detalló que, por fin, se logró contener dicho escurrimiento de Agua Potable, por lo que la infraestructura se encuentra en fase de reparación.
Pero esto solo es un problema puntual de la red que se fue solucionado, sin embargo el problema del abastecimiento del agua en el Estado de México es mucho mayor del que se piense. La crisis hídrica que vive Monterrey es una realidad desde hace años en la zona conurbada de Ciudad de México. En Ecatepec, uno de los municipios con más personas en situación de pobreza de México, año con año hay protestas por falta de agua. Así viven los vecinos de Ciudad Cuauhtémoc, una de las tantas colonias afectadas.
Sin embargo, actualmente no existe una estrategia clara para afrontar la crisis hídrica que predomina en el Estado de México, la diputada Beatriz García Villegas recientemente presentó un punto de acuerdo para exhortar al Ejecutivo estatal a que se dé prioridad una mayor asignación de recursos económicos en la materia hídrica.
En este sentido, la legisladora de Morena refirió que de acuerdo con la información expuesta en el Quinto Informe de Resultados del gobernador Alfredo del Mazo Maza, reporta acciones para la ampliación y mejoramiento de la infraestructura, pero que resultan insuficientes para garantizar el acceso al agua potable de los mexiquenses.
Y aunque la prestación de los servicios básicos de agua potable, drenaje, saneamiento y tratamiento de aguas residuales corresponde a los municipios, tanto desde Morena como dede el Partido Verde aseguran que la inexistencia de asesoría y el apoyo logístico, técnico, operativo y financiero del Gobierno del Estado, afectan la calidad de vida de la población mexiquense.
En medio de esta situación, Pepe Couttolenc apunta a la falta de compromiso para afrontar la crisis de la sequía en Edomex; interrupción constante en el suministro de agua potable; demoras en el mantenimiento, funcionamiento y operación de la infraestructura hidráulica; falta de asignación de recursos financieros a las instituciones estatales o municipales; y ausencia de supervisión, vigilancia y fiscalización de los recursos económicos destinados a tal fin.
Por eso, en esta época recuerda que solo un 46% de la población mexiquense tiene un verdadero acceso diario al agua y cuenta con saneamiento básico mejorado, ocupando la alarmante décima posición a nivel nacional, en términos de lo expuesto en el Programa Nacional Hídrico 2020- 2024 del Gobierno Federal.
Y el problema se agrava más por los efectos del cambio climático, toda vez que el Monitor de Sequía de México del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) reportó que, al 15 de octubre de 2022, las áreas con sequía en el Estado de México alcanzaban el 47.4%, ocupando así, por quinto mes consecutivo, el octavo lugar a nivel nacional.
Incluso la propia Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) reconoce que, al menos, 6 de los 9 acuíferos de agua subterránea de jurisdicción estatal presentan sobreexplotación, siendo de los más afectados los ubicados en la Región Aguas del Valle de México, así como el del Valle de Toluca.
Asimismo, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) estima que más del 40% del suministro de agua en el Estado de México se pierde por la gran cantidad de fugas en la red hidráulica municipal, en virtud de que ésta no ha recibido en los últimos 50 años el adecuado mantenimiento.
En el caso concreto del Valle de México, el 46% del agua potable que abastece a los municipios del Valle de México se pierde por fugas en las redes de distribución; es decir, de 63 metros cúbicos por segundo se desperdician 21.5 metros cúbicos por segundo.
Coincide con Pepe Couttolenc, el senador Higinio Martínez Miranda, quien asegura que las autoridades estatales deben asumir desde ahora su compromiso para garantizar el futuro del agua, pues sin ella no hay porvenir para el territorio mexiquense, ya que para 2030 se pronostica una severa crisis nacional en torno a ese recurso y la entidad no es la excepción.
La escasez del líquido en varios municipios de la entidad no necesariamente es causada por la falta del recurso hídrico en el territorio, sino por carencias en la forma de administrar el servicio.
— Pepe Couttolenc, Partido Verde
El texcocano refirió que, de acuerdo con expertos, el manejo actual del agua en el Valle de México no está a la par de otras grandes aglomeraciones de la región latinoamericana, “no es ni eficiente, ni sostenible, ni equitativo, y amenaza así la capacidad de generaciones futuras de aprovechar también un recurso tan vital como el agua”. Además, ya es visible una situación muy crítica, pues cerca de un 33% del agua no se usa eficientemente en comparación con buenas prácticas internacionales. Couttolenc es aún más crítico e incrmenta hasta el 40% el agua potacle que se desperdicia. Es por ello que asegura es urgente construir cisternas comunitarias, principalmente en las zonas donde el servicio no es constante.
José Alberto Couttolenc Buentello lamentó que la realidad en el estado es que los diversos gobiernos no han podido satisfacer el goce de este derecho a la vida y la salud, que no solo atiende a un tema de escasez sino de deficiencia en la infraestructura hídrica.
Mientras que los costos de la provisión del servicio son apenas cubiertos en alrededor de un 51% por la tarifa, amenazando así la sostenibilidad de los mismos, lo que genera un impacto negativo importante en la población y en la economía del Valle, pues cálculos oficiales indican que los habitantes asume un costo de más de 28 mil 168 millones de pesos mexicanos anualmente para compensar las deficiencias del servicio, y en particular la ausencia de continuidad, la limitada cobertura de drenaje y la falta de tratamiento de las aguas servidas, documentó el mexiquense.
En esta región, como en otras del país, la situación es crítica. El Banco Mundial y Conagua proyectan enormes déficits de agua para el 2030, empeorando gravemente el acceso para millones de personas, insistió. Y mientras los habitantes del Valle de México sufren cada vez más escasez, cada año miles de millones de litros de agua de lluvia simplemente van al drenaje o causan inundaciones, lo que muestra una falta de inteligencia del gobierno estatal para dotar de agua potable y drenaje a la totalidad de su población, servicios que son la base para el desarrollo de la entidad, mencionó.