QUITO (AP) — El ministro de Gobierno y un consejero presidencial se convirtieron en las primeras bajas en el gabinete del presidente Guillermo Lasso, como consecuencia de la derrota electoral del domingo cuando la ciudadanía también rechazó una consulta popular planteada por el ejecutivo.
Francisco Jiménez, considerado una de las piezas clave del gobierno de Lasso y el principal negociador con los indígenas, confirmó su renuncia en su cuenta de Twitter en la que adjuntó la carta de despedida. Expresó que Ecuador es un país “donde los adversarios políticos siempre esperan agazapados para asestar un golpe” y aseguró que la relación con la Asamblea nunca será sencilla.
El ahora ex ministro era el funcionario que buscaba acuerdos con el Legislativo, de mayoría opositora, y que mantiene al mandatario en una virtual parálisis al haber rechazado casi todos los proyectos enviados por Lasso.
El consejero ad honorem de gobierno Aparicio Caicedo, uno de los colaboradores más leales al presidente desde antes incluso de llegar al poder, confirmó su salida también en Twitter y aseguró que seguirá apoyando el proyecto de un país libre y próspero, “pero desde otra trinchera”.
A las dos primeras renuncias confirmadas y hechas públicas, podrían sumarse nuevos nombres del entorno más cercano del presidente, que ha convocado para la tarde una ceremonia de “posesión de nuevas autoridades”. La especulación se disparó el jueves sobre la renovación en el gobierno y se extendió también a los gobernadores de las provincias más importantes o estratégicas de Ecuador, en donde la propuesta electoral oficialista se llevó también un batacazo en las urnas.
Los votantes dieron su confianza en las tres provincias de mayor peso político y poblacional a los candidatos de la oposición apadrinada por el expresidente Rafael Correa (2007-2017), cuyo movimiento tiene mayoría en la Asamblea.
En las elecciones del domingo, la Revolución Ciudadana, movimiento de izquierdas, se alzó con triunfos importantes como la alcaldía de Quito, la de Guayaquil y las prefecturas de las provincias de Guayas, Manabí y Pichincha, entre otras.
En la sierra central, otro partido de oposición, Pachakutik, también cosechó victorias. Esta agrupación es el brazo político de los indígenas, que en junio del año pasado casi por tres semanas virtualmente paralizaron el país y arrinconaron al gobierno para obligarlo a aceptar casi todas sus demandas, la principal, la reducción del precio de la gasolina.
El pasado domingo, los ecuatorianos también rechazaron mayoritariamente en las urnas una consulta popular impulsada por el ejecutivo, ante lo cual Lasso reaccionó a inicios de esta semana aduciendo que había recibido el mensaje de los ciudadanos.
Tres de las ocho preguntas de la consulta popular estaban relacionadas con seguridad, la principal preocupación de los ecuatorianos, también había preguntas buscando reformas constitucionales, y acerca de temas ecológicos.