MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
En concreto, el objetivo de la iniciativa es acompañar a las niñas que van a empezar el último año de secundaria en los dos mismos centros educativos donde se desarrolló la primera edición del programa: uno en Totonicapán (Guatemala), donde 9 de cada 10 personas indígenas vive en situación de pobreza, y otro en Imaza (Perú), donde el número de años de escolaridad de la población se encuentra por debajo del promedio nacional.
Según han indicado, el proyecto empezará al inicio del curso escolar 2023 y contempla un apoyo 360 grados que incluye ayuda educativa, social y tecnológica, además del acompañamiento, con visitas periódicas de los 'coaches' de Santillana para tutorizar y dar apoyo pedagógico a estudiantes y profesores.
"Es un proyecto totalmente alineado con nuestro propósito de compañía y con la estrategia de sostenibilidad del Grupo, marcada en el Plan Director 2022-2025. Es un ejemplo claro de que con la educación podemos transformar la sociedad", ha señalado el presidente ejecutivo de Santillana Latinoamérica, Francisco Cuadrado.
En concreto, la compañía ha detallado que este enfoque transversal que dispone el programa es clave para revertir la situación actual de la educación en Latinoamérica.
Además, en base a distintos informes publicados por la UNESCO, desde 2013 la educación en la región no ha registrado avances significativos e incluso ha retrocedido en algunos aspectos. En 2019, el 60% del alumnado de sexto de primaria no alcanzaba el nivel mínimo en lectura y matemáticas, unos datos que, con la irrupción de la pandemia, empeoraron debido al cierre de las escuelas, que fue el más prolongado del mundo.
Precisamente, el proyecto busca hacer frente a tres problemas muy presentes en Latinoamérica y agravados tras el cierre de escuelas por la pandemia: la brecha salarial, que según un informe del Banco mundial, cerca del 43% de los colegios de educación primaria, así como un 62% de los institutos de secundaria, disponían de un acceso a internet muy pobre o inadecuado en la pandemia.
Asimismo, busca hacer frente al abandono escolar --un 40% de los estudiantes latinoamericanos no finaliza la secundaria-- y a la desigualdad de género, donde las niñas abandonan la educación por ser relegadas a las tareas del hogar o al cuidado de menores.
Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Entreculturas, Daniel Villanueva, afirma que "este programa es sumamente importante, ya que abarca las diferentes dimensiones que tiene el derecho a la educación". "Y es que va más allá del simple aporte económico, al profundizar en el aspecto tecnológico y social del aprendizaje, gracias a los distintos cursos que ofrece al alumnado y al profesorado", apostilla.
En su primer año de vida, en el que se ha desarrollado como proyecto piloto, #VoyaSer ha ofrecido un apoyo integral a 50 estudiantes indígenas de escasos recursos y ha dado apoyo a un total de 56 docentes.