SCOTTSDALE, Arizona, EE.UU. (AP) — Carlos Dunlap estaba harto de perder.
También se encontraba cansado de trabajar tanto —días agotadores en el calor del campamento de prácticas, el desgaste diario de la campaña regular— sólo para llegar a los playoffs y atestiguar cómo todo se iba a la basura con otra derrota decepcionante.
En seis ocasiones, el veterano jugador defensivo había avanzado a la postemporada. Y en todas se marchó de regreso a casa con el sabor de la derrota.
“He jugado mucho fútbol americano sin ganar un partido de playoffs”, reconoció.
No más. Seis meses después de firmar con los Chiefs de Kansas City, Dunlap no tiene sólo una victoria en playoffs sino dos. Y cuenta con la oportunidad de lograr una tercera, la más importante posible.
El domingo, jugará junto con el resto de los Egles de Filadelfia en el Super Bowl.
“Aprecio mucho el número de personas que vienen conmigo y me dicen que quieren que ganemos por mí”, dijo Dunlap. “Pero yo quiero que lo logremos por nosotros. Es por eso que digo que el trabajo no está hecho. Tan sólo hay que conseguirlo en este próximo par de días y tendremos toda la eternidad para celebrar. Me llevó 200 partidos llegar a éste”.
Fueron 205, para ser exactos.
Dunlap no es el único jugador que tendrá el domingo una oportunidad de pasar de cero triunfos en playoffs a monarca del Super Bowl. En el bando contrario, Robert Quinn, deensive end de los Eagles, había jugado 171 duelos y perdió los dos que había disputado en postemporada.
El cornerback Darius Slay cumulaba 154 partidos y tenía un registro de 0-3 en la postemporada, antes de vencer a los Giants y a los 49ers en esta campaña.
“Yo estuve en Detroit durante siete años, y era difícil. Estuve en los playoffs dos veces cuando jugaba allá y no pasamos de la primera ronda”, dijo Slay, quien perdió también como jugador de Filadelfia la campaña anterior, en la ronda de comodines. “Estoy agradecido de que los Eagles me hayan obtenido en canje para que viniera y experimentara mi primer Super Bowl”.
Algunos jugadores pasan toda su carrera sin vivir jamás esa experiencia.
Un ejemplo es el del linebacker retirado Takeo Spikes. Pasó 15 temporadas en la liga y apareció en 219 partidos con los Bengals, Bills, 49ers, Chargers y, sí, Eagles. Todos esos quipos se clasificaron para la postemporada de este año, pero ninguno lo logró mientras él estaba en la nómina.
En vez de ello, todos se encontraban en medio de desmantelamientos, reconstrucciones o frustraciones por no cumplir con la meta.
Ningún jugador en la era del Super Bowl ha aparecido en más partidos sin disputar un sólo duelo de playoffs.
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El periodista de la AP, Josh Dubow, contribuyó con este despacho desde Phoenix.