BEIRUT (AP) — En su primer recorrido público a la destrucción provocada por el sismo que azotó Turquía y Siria esta semana, el presidente sirio Bashar Assad criticó a Occidente por desdeñar a su país.
Es posible que el asediado presidente considere al desastre, que devastó gran parte del norte de Siria, como una oportunidad para presionar por reducir el aislamiento de su país, si no de Estados Unidos y la Unión Europea —que han impuesto sanciones por la guerra civil_, sí de los países árabes.
“Occidente privilegió la política sobre la situación humanitaria”, declaró Assad ante un grupo de reporteros mientras visitaba el barrio Masharqa en Alepo, que fue arrasado por el terremoto de magnitud 7,8 del lunes. “Es natural que politicen la situación, pero no hay humanitarismo, ni ahora ni en el pasado”.
El recorrido cuidadosamente planeado de Assad se realizó cinco días después del sismo, a diferencia del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, quien durante días ha estado visitando partes devastadas de Turquía.
La tragedia representa un peligro para Assad por el mero peso de las nuevas penurias que el sismo trajo a los sirios. El país se ha visto paralizado por una crisis económica que ha llevado al 90% de su población a la pobreza. Ahora, es posible que hasta 5,3 millones de personas en Siria se hayan quedado sin hogar debido al desastre, calculó la agencia de refugiados de la ONU.
Los grandes combates en la guerra civil que comenzó hace 12 años disminuyeron hace años, pero las condiciones han empeorado para los sirios. Muchos ya batallaban para comprar alimentos y combustible para calefacción. Por primera vez en una década, la creciente frustración ha provocado inusuales protestas y opiniones en contra de Assad en el territorio controlado por el gobierno. La falta de entrega de ayuda por el sismo podría avivar aún más el descontento público.
El sismo, que con más de 23.000 muertos es el más mortífero del mundo en décadas, causó destrucción generalizada en el sureste de Turquía y el norte de Siria, tanto en el territorio controlado por los rebeldes como en el controlado por el gobierno, sobre todo en la ciudad de Alepo.
Funcionarios del gobierno de Assad afirman que las sanciones estadounidenses y europeas obstruyen la entrega de ayuda a Siria y ralentizan las operaciones de búsqueda y rescate para salvar a familias que aún están atrapadas bajo los escombros.
“Assad intenta explotar los sismos para salir del aislamiento internacional”, dijo a The Associated Press Lina Khatib, directora del programa Medio Oriente y África del Norte de Chatham House.
“El llamado de su régimen para levantar las sanciones es un intento de normalización de facto con la comunidad internacional”, agregó.
La UE dijo que Siria no solicitó ayuda formalmente sino hasta tres días después del sismo, y seis países europeos están enviando ayuda a través del Programa Mundial de Alimentos de la ONU. Estados Unidos dijo que levantó temporalmente las sanciones que pudieran obstaculizar cualquier asistencia por el sismo. Assad y funcionarios sirios no han comentado al respecto.
Pero Estados Unidos y la UE han dejado en claro que no pondrán fin a las sanciones impuestas por la represión de la oposición siria y por los métodos brutales de las fuerzas de Assad contra los rebeldes en la guerra civil.
Assad no ha pedido que se eliminen las sanciones desde el sismo. Khatib no prevé que lo haga porque lo haría verse débil frente a su pueblo tras años de dura retórica contra los países occidentales.
Es posible que su esperanza esté en los países árabes.
Los aliados más cercanos de Assad: Rusia, Irán y China, enviaron ayuda tras el desastre. Pero también aliados árabes de Estados Unidos, principalmente Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Jordania.
Los países árabes que se apartaron de Siria desde 2011 han ido restableciendo poco a poco sus lazos diplomáticos con Damasco. Un número creciente de países ha pedido que Siria vuelva a formar parte de la Liga Árabe.
“Estas dinámicas ya estaban en marcha, lideradas por Emiratos Árabes Unidos”, y el terremoto podría acelerarlas, dijo Nadim Houry, director ejecutivo de la Iniciativa Árabe de Reforma, un centro de estudios.
El sismo permite a los países árabes “trabajar de forma no conflictiva debido a la urgencia humanitaria y proporciona espacio para que este acercamiento se materialice”, afirmó.
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La periodista de Associated Press Edith M. Lederer en Naciones Unidas contribuyó a este despacho.