MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El hombre, que ha sido identificado como Kim, fue trasladado a la fuerza a una zona de construcción operada por la compañía nipona Nishimatsu Construction en la provincia de Hamgyong del Norte, que es ahora Corea del Norte pero en 1942 se encontraba bajo control de Japón durante la ocupación de la península.
Tal y como ha explicado su familia, Kim murió dos años después trabajando para esta empresa y, en 2006, una comisión del Gobierno surcoreano lo reconoció como víctima del trabajo forzoso a manos de Japón.
Cinco miembros de la familia de Kim presentaron la denuncia contra Nishimatsu en 2019 y solicitaron indemnizaciones de 70 millones de wones (unos 55.000 euros), según informaciones de la agencia de noticias Yonhap.
El Tribunal de Distrito Central de Seúl ha fallado, sin embargo, que el delito ha prescrito.