MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Por este estado de alerta, el Gobierno estadounidense se declara capacitado para quedarse en propiedad los activos que podrían ser reclamados por familiares del fallecido líder libio Muamar Gadafi y de "otros individuos que están obstaculizando ahora el proceso de reconciliación nacional en manos de las instituciones financieras estadounidenses".
"La actual violencia en Libia", anuncia la Casa Blanca en un comunicado, "así como los abusos contra los Derechos Humanos, violaciones del embargo de armas, y la apropiación indebida de los recursos naturales" suponen una amenaza para "la paz y la seguridad de Libia" y, por extensión, "constituyen una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos".
Por ello, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha decidido ampliar durante un año, hasta el 25 de febrero de 2024, el actual estado de alerta, que en principio iba a expirar el 25 de este mes, de acuerdo con la nota sobre el decreto, que invoca la llamada Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional.