MADISON, Wisconsin, EE.UU. (AP) — Las decisiones de derribar varios objetos no identificados que se detectaron sobre Estados Unidos y Canadá han centrado ahora la atención hacia los aficionados a los globos aerostáticos, quienes insisten en que sus creaciones no representan ninguna amenaza.
En las últimas tres semanas, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó a jets de combate destruir tres objetos detectados en espacio aéreo estadounidense, a decir: un presunto globo espía chino en la costa de Carolina del Sur y un par de objetos más no identificados que surcaban el cielo sobre Alaska y el lago Hurón. El primer ministro canadiense Justin Trudeau ordenó la semana pasada la destrucción de otro objeto que volaba a gran altitud sobre el Yukón; Un jet de combate estadounidense efectuó esa misión.
Funcionarios estadounidenses no han precisado en definitiva qué eran los objetos, pero Biden dijo el jueves que probablemente se trataba de globos que pertenecían a compañías privadas, investigadores del clima o a aficionados.
Tom Medlin, propietario del podcast Amateur Radio Roundtable, transmitido desde Tennessee, y quien es aficionado a los aeróstatos, dijo que ha estado en contacto con un club de Illinois que cree que el objeto derribado en el Yukón era uno de sus globos. Ninguna persona respondió un mensaje dejado al club, pero Medlin dijo que el club había seguido el desplazamiento del aeróstato y que este desapareció sobre el Yukón el mismo día que fue derribado un objeto no identificado en la zona.
Debido a los incidentes, los aficionados a los aeróstatos han salido de inmediato a la defensa de su pasatiempo. Insisten en que sus globos vuelan a gran altitud y son demasiado pequeños como para que supongan un peligro para las aeronaves, y consideraron exagerada la reacción de las autoridades.
“El globo espía tenía que ser derribado”, admitió Medlin. “Se trataba de una amenaza a la seguridad nacional, sin duda. Lo que sucedió después, creo, es que el gobierno se puso un poco nervioso. El calificativo indicado quizá sea gatillo fácil. No lo sé. Cuando los derribaron, no sabían de qué se trataba. Eso es algo preocupante”.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo el viernes que el gobierno de Biden no logró confirmar las versiones de que el objeto pertenecía al club de Illinois. Afirmó que los restos no se han recuperado aún y “todos debemos aceptar la posibilidad de que tal vez no podamos hacerlo”.
Los funcionarios dijeron el viernes que pusieron fin a la búsqueda de los restos de los objetos voladores derribados en Alaska y el lago Hurón debido a que no se encontró nada. Continúa la búsqueda de los restos del objeto derribado en el Yukón.
Kirby rechazó que haya sido una reacción desmesurada la decisión de Biden de utilizar misiles de cientos de miles de dólares para derribar lo que se trataba muy posiblemente de globos de menos de 20 dólares.
“Definitivamente no”, aseguró Kirby. “Dada la situación en la que nos encontramos, la información disponible y la recomendación de nuestros comandantes militares, se hizo exactamente lo correcto en el momento correcto”.
Medlin informó que los globos que vuela en estos momentos cuestan unos 12 dólares y tienen unos 80 centímetros (32 pulgadas) de diámetro.
Los globos están provistos de transmisores que pesan menos de 2 gramos que utilizan energía solar y envían una señal cada 10 minutos más o menos que los radioaficionados de todo el mundo pueden utilizar para rastrearlos, afirmó. Medlin dijo tener en este momento un globo que ha estado en las alturas durante 250 días y ha dado 10 vueltas al mundo.
Es divertido observar el globo circunnavegar el mundo y construir los pequeños transmisores, comentó Medlin. Agregó que los dispositivos son tan pequeños que es necesario un microscopio para armarlos. La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) recopila datos de radioaficionados para rastrear patrones de los vientos, afirmó.
Los globos son tan ligeros que la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés) no los regula ni obliga a los aficionados a presentar planes de vuelo, afirmó. Medlin infla sus globos con suficiente hidrógeno para conseguir que alcancen una altitud de unos 50.000 pies (15.000 metros). Eso está muy por encima de donde vuelan la mayoría de los aviones comerciales, agregó.
Las actuales normativas publicadas en el portal de la FAA indican que nadie está autorizado a efectuar actividades con un globo no tripulado que suponga un peligro, y las disposiciones de la agencia sólo se aplican a globos que lleven una carga útil de más de 1,8 kilos (4 libras).
Medlin conjeturó que después de que las autoridades estadounidenses detectaran el globo chino sospechoso, ajustaron sus radares para detectar objetos muy pequeños, pero los aeróstatos de los aficionados no representan un peligro para los aviones, afirmó.
“Nosotros acatamos las normas y disposiciones de la FAA”, aseguró Medlin. “Ellos son los expertos en establecer si esto debería hacerse o no. Toma un corcho y arrójalo en medio del océano Pacífico ¿Algún barco va a chocar con el corcho? Probablemente no. Y si eso ocurriera no causaría ningún daño al barco”.
Ron Meadows cofundó con su hijo la compañía Scientific Balloon Solutions, con sede en San José. Dijo que la compañía fabrica globos de hasta 2,60 metros (8,5 pies) de diámetro para estudiantes de ciencias en las universidades y las escuelas de nivel intermedio. Dijo que esos globos llevan una carga útil de entre 10 y 20 gramos, con transmisores del tamaño de un palito de paleta. Algunos globos cuentan con una antena de 6 metros (20 pies).
Meadows entiende que las autoridades intentan proteger a las personas, pero —dijo— no entienden que los globos son totalmente inofensivos y sin duda su reacción ha sido exagerada. Los motores de los jets seguramente se tragan objetos mucho mayores, como aves, y la mayoría de los pilotos posiblemente ni se darían cuenta de que chocaron con un globo, afirmó Meadows.
Dijo que ha intentado comunicarse con el Departamento de Seguridad Nacional y con el Departamento de Defensa de Estados Unidos para enseñar a los funcionarios los aspectos sobre los globos, pero que sus llamadas son enviadas a buzón de voz.
“Habría sido agradable brindar a nuestro gobierno la información que le hacía falta”, dijo.
Meadows cree que, después de los incidentes de este mes, la FAA aumentará las restricciones contra los globos. Dijo que eso no le preocupa demasiado, ya que su negocio de los globos es sólo un extra. También administra un servicio de reparación de piscinas.
“Nosotros estamos en este negocio (de los globos) principalmente para ayudar a los estudiantes, no para hacer dinero”, afirmó. “Esto es a favor de la educación. Cuando construimos estas cosas, el tiempo que invertimos en ellos nos dejaría más dinero en nuestro trabajo de todos los días”.
Medlin explicó que los globos pueden alcanzar velocidades de hasta 210 km/h (130 mph) si los atrapa alguna corriente de chorro en las alturas, pero Bob Boutin, instructor de vuelo en Chicago, consideró improbable que estos globos representen un peligro mayor para los aviones.
La mayoría de los jets comerciales vuelan a una altitud de entre 25.000 y 45.000 pies (7.600 y 13.700 metros) por abajo del nivel de los globos, informó. Algunos jets corporativos ascienden a más de 50.000 pies, aunque a esa altitud los cielos están usualmente despejados y la visibilidad alcanza entre 32 y 64 kilómetros (20 y 40 millas), dijo Boutin.
Kirby, de la Casa Blanca, dijo que los objetos derribados se desplazaban demasiado bajo y representaban un peligro para la aviación civil, pero Boutin afirmó que incluso a altitudes menores, un globo pequeño no amerita un ataque militar.
“Las aves y los aviones son un problema mayor comparados con un globo”, aseveró. Incluso si el aeróstato entrara en el motor de un avión, “la mayoría de los jets tienen dos motores, y si uno dejara de funcionar, técnicamente se trataría de una emergencia, pero eso no significaría que la aeronave vaya a desplomarse”, sostuvo Boutin.
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El periodista de The Associated Press Aamer Madhani, en Washington, D.C., contribuyó a este reportaje.
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Harm Venhuizen es miembro de The Associated Press/Report for America Statehouse News Initiative. Report for America es un programa de servicio nacional sin fines de lucro que envía a periodistas a salas de prensa locales para que informen sobre temas a los que no se da gran cobertura. Harm está en: https://twitter.com/HarmVenhuizen