TOKIO (AP) — Miles de japoneses, algunos enjugándose las lágrimas, se despidieron el domingo de una amada panda gigante nacida en Japón que hizo su última aparición pública antes de volar al país de su familia: China.
La despedida de Xiang Xiang en el zoológico Ueno de Tokio estuvo limitada a 2.600 afortunados que consiguieron boletos sorteados. Pero muchos otros que no ganaron acudieron de todos modos a despedir a la panda desde afuera.
“Xiang Xiang no solo es linda, sino encantadora y divertida. No creo que haya ningún panda como ella en el universo”, dijo una visitante que solo dio su nombre de pila, Yukie.
Aunque nació —en junio de 2017— y creció en el zoológico de Tokio, la panda debe ser entregada a China porque sus padres —Ri Ri y Shin Shin— fueron prestados por ese país.
China envía pandas al extranjero como muestra de buena voluntad, pero mantiene la propiedad de los animales y los cachorros que les nacen. Son la mascota nacional extraoficial china.
Divididos en grupos de aproximadamente 10, los visitantes solo tuvieron unos minutos para despedirse tranquilamente de Xiang Xiang mientras ella mordisqueaba varas de bambú con indiferencia. Los espectadores levantaban sus celulares y cámaras para capturar cada uno de sus movimientos.
“Ojalá los pandas nacidos en Japón pudieran quedarse en Japón”, expresó Takamichi Masui, un fabricante de autopartes que viajó desde Mie, en el centro del país. “Cuando la vi, me puse a llorar. Desearía que Xiang Xiang pudiera quedarse, aunque entiendo que es difícil”.
Xiang Xiang volará el martes a China acompañada por dos miembros del personal del zoológico de Ueno. Se unirá a otros pandas en una instalación en la provincia de Sichuan, cerca del hábitat original de los pandas.
Los pandas, que rara vez se reproducen en la naturaleza y dependen de una dieta de bambú, es una de las especies más amenazadas del mundo. Se estima que unos 1.800 pandas viven en libertad, mientras que otros 500 se encuentran en zoológicos o reservas, principalmente en Sichuan.