Rusia lanzó el viernes una nave para rescatar a dos cosmonautas y un astronauta de la NASA luego de que el transporte que los traería de regreso a la Tierra registrara una peligrosa fuga mientras se encontraba acoplado a la Estación Espacial Internacional.
La nueva cápsula Soyuz deberá llegar al laboratorio espacial el domingo.
Las filtraciones de diciembre pasado en la cápsula se atribuyeron a un micrometeorito que perforó un radiador externo y provocó una fuga de líquido de refrigeración. Lo mismo pareció ocurrir este mes, en esta ocasión en una nave de carga rusa que se encontraba atracada. Imágenes de las cámaras mostraban un pequeño agujero en ambas naves.
La Agencia Espacial Rusa aplazó el lanzamiento de la cápsula de reemplazo mientras buscaba cualquier defecto de fabricación. No se encontraron problemas y la agencia procedió a lanzar la cápsula con paquetes de suministros atados a los tres asientos a primera hora del viernes desde Kazajistán.
Dada la necesidad urgente de esta cápsula, dos altos funcionarios de la NASA se trasladaron desde Estados Unidos para presenciar el lanzamiento. La nave alcanzó la órbita a salvo nueve minutos después del despegue, reportó Rob Navias, de la NASA, desde Houston.
Los funcionarios habían determinado que era demasiado peligroso traer de regreso a la Tierra a Frank Rubio, de la NASA, y a los rusos Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin en la cápsula dañada el próximo mes, como se tenía planeado en un principio. Sin líquido de refrigeración, la temperatura de la cabina se habría disparado durante el reingreso, lo que podría haber dañado computadoras y demás equipo, y expuesto a la tripulación a temperaturas excesivamente elevadas.
En tanto la nueva cápsula Soyuz no llegue, el plan de emergencia indica que Rubio debe pasar a una cápsula de tripulación de SpaceX que se encuentra acoplada la estación espacial. Prokopyev y Petelin siguen asignados a su cápsula Soyuz en el improbable caso de que necesiten evacuar rápidamente el lugar. Una persona menos a bordo mantendría la temperatura a un nivel manejable, según las conclusiones de los ingenieros rusos.
La cápsula Soyuz dañada volverá a la Tierra sin tripulación a finales de marzo para que los ingenieros puedan examinarla.