TALLINN, Estonia (AP) — Las autoridades bielorrusas exigieron el lunes largas penas de cárcel para los exiliados líderes opositores, en medio de una continua represión de voces disidentes en la exrepública soviética.
Los fiscales pidieron sentencias de 19 años de cárcel para Sviatlana Tsikhanouskaya y Pavel Latushka, además de multas de 15.000 y 10.000 dólares respectivamente.
Tsikhanouskaya, Latushka y otros tres opositores fueron enjuiciados en ausencia en Minsk, la capital bielorrusa, acusados de conspirar para derrocar al gobierno, crear y liderar un grupo extremista, incitar al odio y atentar contra la seguridad nacional.
La fiscalía pidió además penas de 12 años para Maryya Maroz, Volha Kavalkova y Siarhei Dylevski.
“Esto no tiene nada que ver con justicia, es solo una venganza personal contra mí y contra los demás que se oponen al régimen. Esto solo nos hace luchar con más fuerza”, tuiteó el lunes Tsikhanouskaya.
Los cinco opositores abandonaron al país después de las protestas generalizadas de 2020, cuando el presidente autoritario Alexander Lukashenko dijo haber ganado un sexto período consecutivo en unas elecciones que tanto la oposición como los países occidentales consideran fraudulentas.
Las protestas subsiguientes fueron las más amplias y sostenidas desde que Lukashenko asumió el poder en 1994. Desde entonces ha gobernado con puño de hierro. Su gobierno lanzó una brutal ofensiva contra los manifestantes, deteniendo a más de 35.000 y sometiendo a miles de ellos a golpizas.
Entre los arrestados estuvo Ales Bialiatski, el más prominente activista por los derechos humanos del país y ganador del Premio Nobel de la Paz del año pasado. De ser convicto enfrenta 12 años de cárcel.
Tsikhanouskaya abandonó Bielorrusia bajo presión de las autoridades tras las elecciones, en las que se postuló contra Lukashenko en lugar de su esposo, el prominente líder opositor Siarhei Tsikhanouski. Tsihkanouski fue arrestado en 2020 y fue sentenciado a 18 años de cárcel.