MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El presidente francés, Emmanuel Macron, es plenamente consciente de que las relaciones tanto con Marruecos como con Argelia no pasan por su mejor momento y por eso este lunes manifestó su expreso deseo de dejar atrás este periodo y las "polémicas" que, según él, lo han motivado, aunque está por ver si su mensaje conciliador cala en Rabat y Argel.
Durante su discurso para exponer la nueva política de Francia respecto a África, Macron se refirió de forma concreta a la relación con los estos dos países del Magreb, enemigos mutuos declarados y con los que París mantiene una relación no exenta de altibajos, en particular con Argelia.
"Vamos a avanzar, el periodo no es el mejor pero eso no me detendrá", recalcó el mandatario galo. Respecto a Marruecos, aseguró que su voluntad es "realmente avanzar". "El rey lo sabe, hemos tenido numerosas discusiones", señaló Macron, subrayando que tiene "relaciones personales amistosas" con Mohamed VI.
Sin embargo, lamentó, "siempre hay personas que intentan dar demasiada importancia a peripecias, a escándalos en el Parlamento Europeo, a asuntos de escuchas que han sido desvelados por la prensa". "¿Es cosa del Gobierno de Francia? No. ¿Ha sido Francia quien ha echado leña al fuego? No", reivindicó Macron, para quien "hay que avanzar a pesar de estas polémicas".
PEGASUS Y EL VOTO EN LA EUROCÁMARA
El presidente francés trató con estas palabras de rebajar las tensiones con Marruecos por dos asuntos que han contribuido a agriar la relación. El primero de ellos, el supuesto espionaje con el software 'Pegasus' del que habría sido objeto él mismo y otros ministros en 2021 y detrás del que, según desveló la prensa en su momento, estaría Marruecos.
El segundo de ellos es la aprobación en la Eurocámara el pasado enero de una resolución en la que se cuestionaba el respeto de los Derechos Humanos, y en particular de la libertad de expresión, y en la que se denunciaba una supuesta trama de sobornos por parte de Marruecos para ganar peso político entre los eurodiputados.
La resolución, la primera contraria al reino alauí en 25 años, provocó todo un terremoto político en Marruecos y llevó a su Parlamento a reconsiderar su relación con la Eurocámara. Asimismo, se responsabilizó de la misma a eurodiputados franceses, y más en concreto al líder del grupo Renew, Stéphane Sejourné, miembro del partido de Macron y considerado como muy próximo al mandatario.
El medio le360.ma, considerado como muy próximo a la Casa Real alauí, ha publicado este martes un duro artículo, acusando a Macron de "minimizar la crisis profunda" que atraviesa la relación bilateral y de querer ver "una tormenta pasajera" en lo que está ocurriendo.
El autor del artículo afea particularmente el uso de la palabra polémica para referirse a las "divergencias profundas" que hay entre los dos países y que "están vinculadas a un asunto existencial para los marroquíes y que Macron simula deliberadamente ignorar", el Sáhara Occidental. "Reducir una crisis a una polémica refleja al mismo tiempo una actitud condescendiente del presidente y una huida hacia delante", subraya.
POSTURA FRANCESA SOBRE EL SÁHARA
Así las cosas, se deja claro que en realidad la crisis viene motivada por la postura que tiene Francia respecto a la antigua colonia española. Rabat ha dejado claro en los últimos meses que quiere que el Gobierno francés siga los pasos de España, después de que el presidente, Pedro Sánchez, trasladara por carta a Mohamed VI el apoyo al plan de autonomía marroquí como "la base más seria, creíble y realista" para resolver el conflicto.
Durante su visita a mediados de diciembre, presuntamente para preparar el viaje de Macron a Rabat para principios de 2023 y para el que sigue sin haber fecha, la ministra de Exteriores, Catherine Colonna, dejó claro en una entrevista que Francia no va a cambiar por lo que hagan otros. "Nuestra postura es clara y conocida. Desde el principio, es una posición claramente favorable a Marruecos", señaló, recordando el respaldo al plan de autonomía.
Pero Rabat no cede. El primer ministro, Aziz Ajanuch, aprovechó una entrevista en un periódico francés el pasado enero para defender que "París no puede ser simplemente un observador" mientras se producen "grandes evoluciones en el reconocimiento, por las grandes potencias, de la soberanía de Marruecos sobre nuestras Provincias del Sur", en referencia al Sáhara.
Además, a tenor de lo que apunta le360, Marruecos estaría dispuesto a abrir ahora otro frente. Según el autor del artículo, Francia tiene "una fuerte responsabilidad" en la disputa entre Rabat y Argel ya que "amplió con ultraje las fronteras de la Argelia francesa amputando a Marruecos vastos territorios". "La verdad sobre el periodo colonial a la que llama el presidente francés pasa también por la reparación de los daños que Francia ha infligido a Marruecos", subraya.
AVANZAR TAMBIÉN CON ARGELIA
Por lo que se refiere a Argelia, Macron también expresó su voluntad de avanzar y dijo que sabía que podía contar "la amistad y el compromiso del presidente (Abdelmayid) Tebune", con quien se vio durante su visita del pasado agosto y quien tenía previsto viajar a Francia en principio el próximo mayo.
También en este caso, el mandatario galo mencionó "una polémica sobre el regreso a Francia de una franco-argelina desde Túnez, con muchas cosas que se han contado y un discurso que se ha construido" sobre este caso, en referencia a la activista opositora Amira Buraui.
A principios de febrero, Argelia procedió a llamar a consultas a su embajador en París después de que los servicios consulares consiguieran sacar de Túnez con destino a Francia a Buraui, quien tiene doble nacionalidad y había sido detenida en este país e iba a ser inicialmente devuelta a Argelia.
La activista había sido condenada en su país por "atentado contra la persona del presidente de la República", "insultos a un funcionario en el ejercicio de sus funciones" y "difusión de informaciones susceptibles de atentar contra el orden público", así como "atentado contra los preceptos del islam y el profeta". El Gobierno francés ha defendido en todo momento su actuación, esgrimiendo que brindó asistencia consular a una ciudadana gala.
"Creo que hay muchas personas que tienen interés en que lo que llevamos años haciendo con Argelia ahora no prospere", denunció este lunes Macron, prometiendo que seguirá adelante. "Esta no es la primera explosión de grisú, ya he tenido otras, pero hay que continuar así, de forma humilde y honesta", sostuvo, poniendo en valor en particular "el enorme trabajo sobre la memoria" realizado en los últimos tiempos con Argelia.
En este caso, el mensaje del presidente galo parece haber tenido una acogida menos fría que en Rabat. El medio 'Tout sur l'Algerie', próximo al Gobierno, hace hincapié en que la relación entre los dos países "evoluciona en dientes de sierra" y tras las "turbulencias del otoño de 2021", después de que Francia redujera el número de visados a argelinos principalmente, siguió el "calentamiento" del pasado verano y ahora la nueva crisis por el caso de la activista opositora.
Con todo, pone de relieve la sintonía y la buena relación existente entre Macron y Tebune e incide en que el presidente argelino también ha venido denunciando que hay 'lobbys' en Francia "hostiles a una relación fuerte entre los dos países". El mandatario se refirió a la relación con Francia en una entrevista que ofreció el viernes a la prensa argelina denunciando algunas posiciones "inamistosas" pero sin mencionar expresamente el caso de Buraui.