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Funcionario ucraniano: Ejército podría retirarse de Bájmut

Los médicos asisten a un soldado ucraniano herido cerca de Bájmut, el lugar donde se libran fuertes batallas entre las tropas rusas y ucranianas, en la provincia de Donetsk, Ucrania, el 27 de febrero de 2023. (AP Foto/Yevhen Titov) AP (Yevhen Titov/AP)

KIEV, Ucrania (AP) — El ejército de Ucrania podría retirarse de la ciudad de Bájmut, indicó un asesor del presidente ucraniano el miércoles, en declaraciones que insinúan que Rusia podría capturar la ciudad que se ha convertido en un símbolo de la resistencia ucraniana.

Las fuerzas del Kremlin han emprendido una ofensiva sangrienta y prolongada para capturar Bájmut, una ciudad con minas de sal y de yeso en el este de Ucrania, que se ha convertido en un pueblo fantasma.

“Evidentemente, nuestro ejército va a valorar todas las opciones. Por el momento, ellos han controlado la ciudad, pero si es necesario, habrá una retirada estratégica”, afirmó Alexander Rodnyansky, un asesor económico del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, en declaraciones a la televisora CNN. “No vamos a sacrificar a toda nuestra gente para nada".

La batalla por Bájmut se ha convertido en un símbolo de la resistencia ucraniana, donde sus defensores se mantienen firmes ante los incesantes bombardeos, y las tropas rusas sufren numerosas bajas.

Bájmut se encuentra en la provincia de Donetsk, una de cuatro regiones que Rusia se anexó ilegalmente el año pasado. Moscú apenas controla la mitad de Donetsk. Para capturar la otra mitad, las fuerzas rusas deben atravesar Bájmut, la única vía de acceso a las ciudades ucranianas más grandes desde que los soldados ucranianos recuperaron Izium, en la provincia de Járkiv, en septiembre.

Los analistas señalan que la caída de Bájmut representaría un golpe para Ucrania y ofrecería ventajas tácticas a Rusia, pero no resultaría decisiva para el desenlace de la guerra.

Rodnyansky indicó que Rusia está empleando a los mejores soldados del Grupo Wagner para rodear la ciudad. La compañía militar privada conocida por sus tácticas brutales está dirigida por Yevgeny Prigozhin, un multimillonario que tiene añejos vínculos con el presidente ruso Vladímir Putin.

Prigozhin dijo el miércoles que no había visto indicios de un retiro ucraniano y que, de hecho, Kiev había estado reforzando sus posiciones.

“El ejército ucraniano está desplegando más soldados y está haciendo lo que puede para mantener el control de la ciudad”, señaló Prigozhin. “Decenas de miles de soldados ucranianos ofrecen una feroz resistencia, y los combates son cada día más sangrientos”.

La viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Maliar, dijo hace unos días que se habían enviado refuerzos a Bájmut.

El analista del ejército ucraniano, Oleh Zhdanov, comentó a The Associated Press que los refuerzos habían sido enviados para “ganar tiempo” para fortalecer las líneas de fuego ucranianas en una montaña de Chasiv Yar, a 15 kilómetros (9,3 millas) al oeste de Bájmut.

Zhdanov dijo que el posible retiro de las fuerzas ucranianas de Bájmut “no afectará el curso de la guerra de ninguna manera” debido a las posiciones de tiro en Chasiv Yar.

Bájmut está parcialmente rodeada, y todos los caminos, incluida la principal ruta de abastecimiento, están al alcance de las armas rusas, señaló Zhdanov. La ciudad está en ruinas y “ya no tiene significado estratégico u operativo”.

“En Bájmut, los rusos sufrieron tantas pérdidas, de soldados y equipo, que esta ciudad ya ha cumplido su función”, comentó Zhdanov.

Imágenes recientes de drones mostraron la magnitud de la devastación en la ciudad, y Zelenskyy la ha descrito como “destruida”.

Desde que empezó la invasión a Ucrania hace un año, Rusia ha atacado varias ciudades y localidades que quería ocupar. También lanzó misiles contra la red eléctrica de Ucrania antes del inicio del invierno boreal, en un aparente intento de debilitar la moral de los habitantes.

Aunque los analistas de países de Occidente han advertido que el clima más cálido podría dar a Moscú la oportunidad de redoblar una ofensiva, funcionarios ucranianos celebraron el miércoles su tradicional primer día de la primavera.

El ministro de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, anunció que su país había salido del “invierno de terror" de Putin.

“Sobrevivimos al invierno más difícil de nuestra historia”, escribió Kuleba en Facebook.

Por su parte, Zelenskyy añadió en su discurso por video nocturno que “este invierno ha terminado. Fue muy difícil, y todos los ucranianos sintieron esta dificultad sin exagerar. Pero aun así, pudimos proporcionar a Ucrania energía y calor”.

Si la guerra se convierte en un conflicto prolongado, el primer ministro de Letonia, Krisjanis Kariņs, dijo que eso exigiría una respuesta por parte de los aliados occidentales de Kiev.

“Es posible que, durante mucho tiempo, tengamos que readaptar nuestros ejércitos y nuestra industria militar para poder hacer frente a un reto mucho mayor”, dijo Karins luego de sostener negociaciones en Berlín con el canciller alemán Olaf Scholz.

En tanto, uno de los principales asesores de Zelenskyy, Mykhailo Podolyak, rechazó el miércoles que Ucrania haya utilizado drones para atacar el territorio ruso luego de que se dieron a conocer declaraciones oficiales rusas sobre que Ucrania había atacado infraestructura en el interior de Rusia.

“Ucrania no ataca el territorio de la Federación de Rusia. Ucrania está librando una guerra defensiva con el objetivo de desocupar todos sus territorios”, tuiteó Podolyak, insinuando que los ataques contra la infraestructura rusa era el resultado de “ataques internos”.

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El periodista de The Associated Press Yuras Karmanau en Tallin, Estonia, contribuyó a este despacho.

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