MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El vice primer ministro afgano y cofundador de los talibán, el mulá Abdulghani Baradar, ha enfatizado que ahora es la otrora insurgencia quien gobierna y debe responder a las "demandas legítimas" de la ciudadanía afgana, que ha visto sin embargo empeorar sus libertades y derechos en estos años.
Baradar ha llamado a hablar con todos los países, "sean islámicos o no", y ha acusado a Estados Unidos de violar los compromisos adquiridos el 29 de enero de 2020, por ejemplo en materia de congelación de fondos o sanciones contra líderes, informa la agencia Ariana.
También el ministro de Minas, Shahabuddin Delawar, ha instado este miércoles a Washington a cumplir los compromisos adquiridos hace tres años para, por ejemplo, dejar de violar el espacio aéreo afgano, según la agencia Jaama.
El acuerdo firmado por los talibán y por el Gobierno estadounidense el 29 de febrero de 2020 estaba llamado a fomentar la paz en Afganistán, pero a la postre alentó a la insurgencia para avanzar hacia una conquista que culminó en agosto del año siguiente, con la salida apresurada de las fuerzas extranjeras y el ascenso del mismo régimen que ya controlaba el país antes de 2001.
El exviceministro de Defensa Tamim Asey ha recordado que, tras dicho pacto, "los talibán comenzaron a moverse lentamente de distritos o pueblos lejanos a otros más céntricos o capitales de provincias". El Ejército afgano comenzó a ceder territorio y "los estadounidenses sabían que colapsaría", ha añadido, según la agencia de noticias DPA.
Para parte de los militares afganos, el Acuerdo de Doha concedió una legitimidad inédita a los talibán, a los que ya dejaron de considerar un enemigo al uso en un país que, en términos políticos, seguía marcado por el caos, la corrupción y la falta de instituciones fuertes.