MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
La Comisión de Privilegios ha sembrado por tanto nuevos dudas en torno al grado de responsabilidad del propio Johnson, que en sus primeras reacciones restó importancia a lo que describió como reuniones de trabajo, pese a las pruebas posteriores que demostraron que eran fiestas al uso.
La investigación, que aún no es definitiva, plantea una batería de ejemplos que demostrarían que el exdirigente pudo haber mentido a los diputados, a la espera de que el propio Johnson ofrezca su propia versión este mismo mes, informa la BBC.
"Hay pruebas de que las personas que asesoraban a Johnson sobre lo que contar a la prensa y a la Cámara (de lo Comunes) tenían difícil defender que algunas de las reuniones cumplieron la normativa", reza el informe.
La Policía ya multó en su día a más de 80 personas, incluido Johnson, por violar con dichas fiestas las normativas que prohibían mezclar distintas burbujas familiares o celebrar este tipo de eventos, ajenos a la actividad laboral.
El conocido como 'Partygate' puso contra las cuerdas a Boris Johnson, que terminó dimitiendo tras perder la confianza de su propios compañeros de partido.