MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
La institución cuenta actualmente con unas reservas de 565 toneladas de oro, su mayor nivel de la historia, según el Consejo Mundial del Oro. El motivo por el que Ankara se ha embarcado en esta compra durante los últimos meses reside en que la nación euroasiática trata de apuntalar la confianza en su divisa, la lira turca, dañada por la alta inflación, que fue, en febrero, del 55,2% interanual.
Sin embargo, Turquía suspendió en febrero temporalmente algunas importaciones de este metal como parte del plan de contingencia desplegado para hacer frente a la catástrofe humanitaria y económica provocada por los terremotos sufridos en el sureste del país.
Asimismo, el pasado 23 de febrero, el Banco Central decidió bajar los tipos de interés en 50 puntos básicos, hasta situarlos en el 8,50%, con el fin de prestar apoyo a unas labores de reconstrucción que se prevén costosas. El Banco Mundial ha cuantificado los daños directos provocados por la catástrofe en 34.200 millones de dólares (32.052 millones de euros), lo que equivale al 4% del PIB turco.
Las distintas autoridades monetarias de todo el planeta añadieron a lo largo del primer mes del año a sus carteras 31 toneladas netas de oro, un 16% más que en diciembre. El Banco Popular de China y el Banco Nacional de Kazajistán fueron los segundos y terceros mayores adquirentes, añadiendo 15 y cuatro toneladas, respectivamente.