GINEBRA (AP) — El nuevo jefe de derechos humanos de la ONU declaró el martes que su despacho ha establecido “canales de comunicación” con China para hacerle seguimiento a sus inquietudes sobre violaciones de derechos de minorías como los uigures musulmanes y los tibetanos. Sin embargo, esto dista mucho de la exigencia de los activistas de enviar un mensaje más enfático a Beijing.
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, no dio detalles sobre cómo su despacho piensa hacerle seguimiento a un reporte crítico sobre la región de Xinjiang, en el oeste de China, publicado por su predecesora Michelle Bachelet. Ese reporte citó posibles “crímenes contra la humanidad” contra uigures y otros en Xinjiang.
Türk notó que la oficina de derechos humanos de la ONU “documentó graves inquietudes” como detenciones arbitrarias y separaciones familiares en China, y pidió “un seguimiento concreto”. Expresó además inquietudes sobre el impacto de una ley de seguridad nacional en Hong Kong que provocó masivas protestas.
“En cuanto a China, hemos abierto canales de comunicación con una serie de actores para hacerle seguimiento a una variedad de temas de derechos humanos, como la protección de minorías como los tibetanos, los uigures y otros grupos”, declaró Türk al Consejo de Derechos Humanos.
Fue la primera presentación del reporte anual de su despacho desde que asumió el cargo en octubre. Abarcó una serie de preocupaciones como derechos de las mujeres, discriminación, conflictos y cambio climático en una amplia lista de países, desde Afganistán hasta Zambia.
Türk mencionó la guerra de Rusia en Ucrania, las continuas luchas en Siria y la inestabilidad en Mali y en Burkina Faso. Expresó preocupaciones también sobre la represión política y la violación a la libertad de expresión en países de Asia, el Medio Oriente y el norte de África. Türk citó reportes de “uso excesivo de fuerza, caracterización racial y prácticas discriminatorias de la policía, más recientemente en Australia, Francia, Irlanda y el Reino Unido”.