BERLÍN (AP) — Una corte de apelaciones alemán ordenó el jueves una nueva audiencia de sentencia para una alemana convertida al islam que fue condenada a 10 años de prisión por cargos de que, como integrante del grupo Estado Islámico en Irak, permitió que una niña yazidi de cinco años que ella y su marido mantuvieron como esclava muriera de sed bajo el sol.
La acusada de 31 años ahora corre el riesgo de recibir una sentencia más dura.
La Corte Federal de Justicia desestimó una apelación de la mujer, que sólo ha sido identificada como Jennifer W. en respeto a las reglas de privacidad alemanas, pero aprobó parcialmente una apelación de los fiscales. Anuló la sentencia, aunque no el resto del veredicto, y devolvió el caso a la corte estatal de Múnich para que emita una nueva.
La mujer fue condenada en octubre de 2021 por, entre otras cosas, dos cargos de crímenes de lesa humanidad a través de la esclavitud, en un caso con resultado de muerte, ser cómplice de intento de asesinato y pertenecer a una organización terrorista en el extranjero.
La corte federal determinó que los jueces de Múnich se equivocaron al sentenciar a la mujer por un “caso menos grave” de crímenes de lesa humanidad y pasaron por alto las circunstancias agravantes. La ley alemana permite la cadena perpetua en casos en que las acciones de un acusado causen la muerte de otra persona.
Durante el juicio en Múnich, los fiscales acusaron a la mujer de mantenerse al margen cuando su entonces esposo encadenó a la menor yazidí en un patio y la dejó morir de sed. La corte concluyó que ella no hizo nada para ayudar a la niña, aunque hacerlo habría sido “posible y razonable”.
La mujer fue detenida cuando intentaba renovar sus documentos de identidad en la Embajada de Alemania en Ankara en 2016 y fue deportada a Alemania.