La sospecha de la responsabilidad del Cártel del Golfo (CDG) en el secuestro y muerte de ciudadanos de Estados Unidos se confirmó la madrugada de este 9 de marzo, cuando agentes de policía estatales e integrantes de las Fuerzas Armadas hallaron a un grupo de sicarios de una de sus facciones-- “Los Escorpión”-- abandonados, atados y con una narcomanta que informó sobre su indisciplina al cometer el rapto de los estadounidenses.
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Aunque antes se había comenzado con el señalamiento al grupo armado del CDG, quedó plasmada la equivocación en el narcomensaje colocado en el centro de Matamoros, Tamaulipas, en la que firma la organización creada para hacer contrapeso a “Los Zetas” en el norte del país.
“El CDG se disculpa con la sociedad matamorense, los deudos de la señora Arely, las personas y familias americanas. El CDG le pide a la sociedad que esté tranquila porque estamos comprometidos a que estos errores causados por indisciplina no se repitan y paguen los responsables, sea quien sea”.
El nacimiento de “Los Escorpión”, en Tamaulipas, se remonta al año 2010 aproximadamente, cuando uno de los líderes del Cártel del Golfo, Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén “Tony Tormenta”, decidió formar un grupo que cuidara de su seguridad, con expolícias y exmiembros de las fuerzas armadas, al estilo de “Los Zetas”, fundado por Oziel Cárdenas Guillén.
En dicho contexto, se vivían intensos combates con otras organizaciones criminales, por ejemplo el Cártel de Sinaloa, por lo que los grandes capos querían escoltas y células dedicadas a cometer actos criminales brutales, que han documentado en video.
Sin embargo, el fallecimiento de “Tony Tormenta” despertó las especulaciones sobre un debilitamiento de la organización criminal, aunque esto no fue cierto y, al contrario, se fortaleció gracias a la llegada del exjefe de Policía de Madero, Lázaro Martínez Rodríguez.
Su dominio se extiende por varias ciudades de Tamaulipas, también para controlar el trasiego de drogas, y hacen uso de tácticas y equipo militar. Al respecto, también se ha asegurado su participación como una de los aliados de otra facción, los Ciclones, de la cual incluso fungirían como brazo armado.
Pese a que ocupan diferentes localidades de Tamaulipas, su enclave se encuentra en Matamoros, donde raptaron a los ciudadanos de Estados Unidos tras cruzar la frontera en una camioneta para supuestamente practicarse una cirugía estética.
