MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
El BNS ha justificado su decisión por la "persistencia" de los altos costes globales y por la "inflación importada", si bien reconoce que hay signos de que estos se están moderando.
"En enero, la inflación en Serbia fue del 1,4% mensual y del 15,8% interanual, en línea con nuestras previsiones", ha dicho el organismo. "Aproximadamente dos tercios de la inflación general se explica por los precios de los alimentos y la energía, sobre los cuales los cambios en política monetaria tienen una influencia limitada por verse, principalmente, condicionados por la coyuntura de los mercados internacionales", ha explicado.
En cuanto a la inflación subyacente, que excluye los alimentos y la energía por su mayor volatilidad, esta se situó en enero en el 10,4% interanual. El BNS estima que el alza general de los precios continúe en el primer trimestre de 2023 para contenerse según avance el año.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha animado a Serbia a proseguir con la subida de tipos, Estado con el que tiene un programa de financiación bianual por valor de 2.500 millones de dólares (2.363 millones de euros).
Además, a pesar de la ralentización de la economía desde mediados de 2021 y del aumento del 0,4% del PIB en el cuarto trimestre de 2022, el banco central aún mantiene su previsión de crecimiento de entre el 2% y el 3% para 2023.