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La premio Nobel Shirin Ebadi tilda al Gobierno de Irán de "régimen anormal"

La abogada dice que la muerte de Amini provocó que "explotara la ira del pueblo" BAKÚ, 9 (Del enviado especial de Europa Press, Borja Aranda) La premio Nobel iraní Shirin Ebadi ha tildado este jueves de "régimen anormal" al Gobierno de Irán y ha subrayado que la muerte bajo custodia en septiembre de la joven kurdo-iraní Mahsa Amini, detenida por supuestamente llevar mal puesto el velo, provocó que "explotara la ira del pueblo".

La abogada dice que la muerte de Amini provocó que "explotara la ira del pueblo"

BAKÚ, 9 (Del enviado especial de Europa Press, Borja Aranda)

La premio Nobel iraní Shirin Ebadi ha tildado este jueves de "régimen anormal" al Gobierno de Irán y ha subrayado que la muerte bajo custodia en septiembre de la joven kurdo-iraní Mahsa Amini, detenida por supuestamente llevar mal puesto el velo, provocó que "explotara la ira del pueblo".

Ebadi, que ha enviado un vídeo para participar en el marco de la jornada inaugural del X Foro Global de Bakú, organizado por el Centro Internacional Nizami Ganjavi, ha recordado que "el lema de las movilizaciones es 'Mujer, vida y libertad'" y ha resaltado que entre los objetivos de los manifestantes está "apoyar un régimen secular" en Irán.

Así, ha defendido la metáfora de que "la revolución es como un tren" y ha argüido que "la velocidad a veces es rápida y a veces lenta, a veces es silencioso o ruidoso, pero sigue adelante", al tiempo que ha hecho hincapié en que la misma seguirá activa "hasta la caída del régimen".

Ebadi ha subrayado que en el futuro el país será "una democracia secular" y ha argumentado que este cambio de régimen "ayudará a la paz en la región", antes de cargar contra Teherán por sus "intervenciones en Siria, Irak, Yemen y Líbano". De esta forma, ha manifestado que el Gobierno de Irán "altera la paz y la estabilidad en estos países".

En esta línea, ha condenado el asalto ejecutado el 27 de enero contra la Embajada azerí en Teherán, suceso que ha descrito como "un ataque terrorista" y que se saldó con la muerte del jefe de seguridad de la legación. Bakú anunció tras ello la suspensión de actividades en las instalaciones, tras lo que criticó a las fuerzas iraníes por no tomar "medidas serias" para impedir el ataque.

De hecho, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, condenó el "ataque terrorista" y pidió a las autoridades iraníes que el suceso fuera investigado "rápidamente" y que los responsables fueran "castigados". Teherán ha dicho que las pesquisas preliminares apuntan a "motivos personales" del atacante, que fue detenido.

Por contra, Ebadi, galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2003 --cuando se convirtió en la primera mujer iraní y musulmana en ganarlo-- ha dicho que el suceso "fue diseñado y llevado a cabo por un régimen que apoya a terroristas". "No sólo oprime y mata a sus ciudadanos, aplica los mismos métodos con otros países", ha dicho la abogada y activista, que ha trasladado además que "estos métodos no son aprobados por la población".

Ebadi, de 75 años, es una destacada crítica del Gobierno iraní desde la Revolución de 1979 y durante los últimos meses ha expresado su apoyo a las manifestaciones desencadenadas tras la muerte de Amini, que han sido reprimidas con violencia por parte de las fuerzas de seguridad iraníes.

La abogada, que ha centrado su trabajo en la defensa de los Derechos Humanos en Irán y que vive en el exilio en Londres desde 2009, ha sostenido durante este periodo que las protestas suponen uno de los principales desafíos a las autoridades desde la Revolución Islámica, en medio del creciente malestar por la crisis económica y las restricciones de derechos y libertades, especialmente de las mujeres.

El Gobierno de Irán han negado que las fuerzas de seguridad fueran responsables de la muerte de Amini y afirmó días después de su muerte que la autopsia descartaba una agresión, apuntando a un infarto cuando comparecía para una vista. La joven murió días después en un hospital.

Sin embargo, han reconocido algunos excesos durante la represión de las movilizaciones, que se han saldado con alrededor de 500 muertos, según balances facilitados por varias organizaciones no gubernamentales. Teherán ha confirmado cerca de 300 fallecidos, si bien se teme que la cifra sea más alta.

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