MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
Como recuerda la página web del Parlamento israelí, Israel no tiene Constitución escrita. Todos los intentos para redactar un documento formal desde 1948 han caído en saco roto y en lugar el país cuenta con un sistema de leyes básicas que disfrutan de un estatus semiconstitucional.
Lapid considera que el "peligroso" Gobierno de Netanyahu "solo tiene razón en una cosa, y es que el antiguo contrato con los ciudadanos ya no es válido", como demuestran la ola de protestas contra esta reforma, que concede al Gobierno un poder inusitado en la elección de los jueces y que ha sido objeto de nueve protestas multitudinarias en otras tantas semanas, mientras se prepara la décima marcha de este sábado.
El líder opositor ha propuesto una Carta Magna a partir del primer párrafo de la Declaración de Independencia de 1948, que considera a Israel como "lugar de nacimiento del pueblo judío" para, desde ahí, codificar la "supremacía de las Leyes Fundamentales del país".
La clave, sin embargo, estaría en un tercer párrafo que "definiría las posibilidades de revisión judicial de la legislación del Parlamento" para establecer un sistema judicial "fuerte e independiente", según declaraciones recogidas por el 'Times of Israel'.
"Israel es una democracia judía. No permitiremos que se convierta en un estado mesiánico, nacionalista, violento y antidemocrático que destruya su economía, dañe gravemente la seguridad nacional y destruya la idea sagrada de que somos una sola nación", ha indicado.
"Una constitución para Israel basada en la Declaración de Independencia no solo está justificada ética y moralmente, también es lo único que nos sacará de la terrible crisis en la que hemos caído", ha concluido el líder opositor.
